En sus 27 meses de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que los feminicidios han aumentado aunque otros delitos de alto impacto disminuyeron. Además, en el ámbito de seguridad justificó la constante presencia de militares en construcción de infraestructura junto con el combate al crimen organizado, algo que calificó de fundamental y estratégico.
“De 11 delitos considerados como de mayor impacto, solo dos han presentado aumentos, el feminicidio que creció en 8.5% y que posiblemente antes no se clasificaba como ahora, y la extorsión que aumentó en 21 por ciento”, indicó el mandatario desde Palacio Nacional.
En esta referencia, el presidente reiteró sus afirmaciones realizadas en la conferencia matutina de este 30 de marzo, donde consideró que el delito de feminicidio se tipificó con su administración y de ahí el aumento. De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación, este ilícito se estableció en el Código Penal Federal desde el 14 de junio de 2012.
Según el Protocolo de Investigación Ministerial, Policial y Pericial con Perspectiva de Género para el delito de feminicidio, toda muerte violenta de una mujer debe de investigarse como feminicidio. Este documento se constituyó desde 2015.
De acuerdo con el último reporte de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) del 25 de marzo pasado, la tendencia de muertes violentas a nivel nacional señala que hubo una disminución del 9%, pues de las 648 víctimas del primer bimestre de 2020, en el mismo lapso de este año se contabilizaron 590.
“En el primer bimestre de 2021, se registraron 25 presuntas víctimas de feminicidio menos en comparación con 2020, es decir, una reducción de 14.9 por ciento; y 33 víctimas de presunto homicidio doloso menos en comparación con 2020 (6.9 por ciento)”, destacó la Conavim en un comunicado.
Para su informe de los 100 días de este año, López Obrador apuntó que se redujo el robo de combustibles en 95%, los homicidios en 1.6%, el robo de vehículos en 40%, el secuestro en 38% y así en casi todos los delitos del fueron común y del fuero federal.
Destacó que esos avances se han logrado sin violar derechos humanos, ni el involucramiento de las fuerzas federales en masacres; mucho menos, cometiendo actos de tortura; sin perpetrar desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales; y sin criminalizar a sectores enteros de la población como ocurría antes.
En una segunda parte del capítulo de seguridad, el presidente dedicó gran parte de su discurso a reconocer a las Fuerzas Armadas y justificar que éstas tengan un rol preponderante en su gobierno, especialmente, en ámbitos fuera de su competencia.
Pero también reiteró que soldados y marinos son fundamentales para combatir al crimen organizado, aún con la operación de 100 mil agentes de la Guardia Nacional en 157 cuarteles a lo largo del país.
“Sin su entrega al pueblo, no tendríamos los mismos resultados en seguridad, en desarrollo y en Bienestar”, aseveró el jefe del Ejecutivo.
“Con las Fuerzas Armadas ayudamos a la población afectada por huracanes, temblores, incendios y otros siniestros. Y con ellos, con las Fuerzas Armadas, contenemos a la delincuencia organizada e impulsamos la reconstrucción de la seguridad y la paz en las regiones del país más afectadas por la violencia delictiva”.
AMLO hizo un repaso por algunas de las más de 30 tareas que ha dado a los castrenses desde diciembre de 2018 y reaccionó a las críticas de especialistas, académicos y organizaciones de la sociedad civil que han señalado la inquietante militarización del país, el cual podría desembocar en militarismo.
“Las acusaciones de que estamos militarizando al país, carecen de toda lógica y en su mayoría, de la más buena fe. No se ha ordenado a las FFAA que hagan la guerra a nadie, no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades, y mucho menos, que se involucren en acciones represivas o violatorias de los Derechos Humanos. Por el contrario, en esta nueva etapa, la generosa y decisiva participación de nuestros soldados y marinos, en acciones de desarrollo, bienestar y paz, es refrendo de su lealtad a las instituciones civiles”, justificó.
“Esa participación contribuye a dejar atrás la distancia y hasta la desconfianza entre civiles y militares que se generó por las decisiones erróneas y perversas de los anteriores gobernantes”.
Hasta el 4 de enero de este 2021, una revisión de Infobae México contabilizó que el presidente López Obrador entregó al menos 30 asignaciones al Ejército, además del combate a la delincuencia. Desde entonces se agregó la administración del centro turístico y ecológico que antes eran una prisión en las Islas Marías. Para ello fue designado un gobernador del archipiélago nayarita emanado de la Secretaría de Marina.
De acuerdo con especialistas, la expansión de tareas civiles a manos de las FFAA, podría sentar las bases del militarismo en el país. Es decir, el empoderamiento de los castrenses para incidir en decisiones políticas. Cuando es la Seguridad Nacional la función primordial de estas dependencias, lejos de su participación progresiva en funciones gubernamentales.
Esto es riesgoso porque conduce a un control social a partir de valores militares, a una aculturación donde soldados y/o marinos pueden inscribirse cada vez más en ámbitos de la Administración Pública federal.
Sin embargo, López Obrador argumentó que los militares participan en el desarrollo de obras porque no quiere otorgar contratos a empresas que “estaban acostumbradas al influyentismo, la irresponsabilidad y la corrupción”.
Durante su primer informe por 100 días de 2021, el presidente agregó que combatir al crimen organizado no habría sido posible con la extinta Policía Federal, institución que reiteró, estaba “podrida” casi en su totalidad.
Entonces dijo que el principal director e impulsor de la corporación, Genaro García Luna, está preso en Nueva York, donde se le acusa de colaborar con el Cártel de Sinaloa por 19 años para el envío de narcóticos a EEUU. Presuntamente, el ex secretario de Seguridad de Felipe Calderón habría usado sus cargos públicos para favorecer al grupo criminal que actualmente encabeza Ismael Zambada García, el Mayo.
En su informe por dos años de gobierno, el 2 de diciembre de 2020, López Obrador había dicho que los militares están inaugurando una etapa nueva durante su presidencia. En otro discurso más, reiteró su convicción y cercanía con este sector.