El próximo 23 de marzo se cumplirá un año de que las autoridades federales implementaron la Jornada de Sana Distancia para combatir la pandemia por Covid-19; a partir de ese momento se aplicaron diversas restricciones en los restaurantes del país, llegando al cierre de los establecimientos.
Durante estos meses, el impacto a la industria restaurantera ha sido de graves consecuencias, ocasionando el cierre definitivo de 120 mil restaurantes en todo el país y la pérdida de 400 mil empleos; lamentablemente estas cifras siguen creciendo, siendo los más perjudicados los colaboradores.
Tanto el primer cierre de establecimientos como el segundo que se llevó a cabo en el Valle de México a finales del año pasado ocasionaron la desaparición de más del 20% de restaurantes a nivel nacional; de darse un tercer cierre desaparecería el 50%, en primera instancia los más pequeños que no tienen acceso a financiamiento y operan bajo permanente incertidumbre ante la aplicación de más restricciones.
Ante esta situación, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) urge en la necesidad de crear acuerdos entre los distintos sectores sociales y reactivar a este sector fundamental para el país.
El propósito es recuperar los 5.6 millones de empleos directos e indirectos que creaba antes de la crisis de salud. Para lograrlo se requiere del apoyo decidido de los tres niveles de gobierno, generando las condiciones que garanticen el resurgimiento de la industria por medio de incentivos fiscales; respaldo financiero para la obtención de créditos; promover la simplificación administrativa, evitando la sobrerregulación; así como el acceso a vacunas para los colaboradores, acelerando las campañas de vacunación, a fin de brindar mayor confianza en los clientes.
La reactivación del sector repercutirá en la amplia cadena productiva en la que incide y, por consiguiente, favorecerá a miles de productores locales que están detrás de cada restaurante. Basta recordar que antes de esta crisis sanitaria, en un año, la industria restaurantera compraba 100 mil millones de pesos de insumos a productores nacionales, 56% venían directamente del campo.
La Cámara tiene claro que para comenzar la reconstrucción de México es fundamental reactivar al sector restaurantero, por lo que espera que las autoridades atiendan el llamado y, por medio del trabajo conjunto, se implemente una estrategia acorde a los desafíos que hoy se enfrentan.
La industria lamenta el cierre establecimientos, reconociendo su esfuerzo por sobrevivir a esta difícil situación, la urgencia de reactivar este sector también tiene que ver con la posibilidad de que algunos de los que ya cerraron puedan reabrir.
Asimismo, reitera su compromiso de seguir reforzando las medidas de higiene en los establecimientos, promoviendo espacios seguros para clientes, colaboradores y proveedores.