La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, recibió este miércoles en su oficina al empresario de origen rumano, Florian Tudor, señalado como presunto líder de una mafia rumana que opera en Cancún, Quintana Roo.
A través de una tarjeta informativa, la SSPC informó que el encuentro se llevó a cabo de manera , “en cumplimiento a la instrucción” del presidente Andrés Manuel López Obrador. Tuvo lugar en las instalaciones de la SSCP, donde Rodríguez “atendió la solicitud del ciudadano de origen rumano de ser escuchado por las autoridades del gobierno de México”.
Agregó que durante la reunión se le dio fecha de la garantía de audiencia ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público. La UIF tiene congeladas las cuentas bancarias de Tudor y de presuntos cómplices en la clonación de tarjetas bancarias de turistas en Cancún y otros destinos en la Riviera Maya.
La UIF denunció a Florian Tudor ante la Fiscalía General de la República (FGR) el mes pasado.
La mafia rusa que presuntamente lidera Florian “El Tiburón” Tudor está acusada de dedicarse a la clonación de tarjetas bancarias.
Dicha organización criminal, informó la UIF el pasado 4 de febrero, “opera mediante la alteración de cajeros automáticos instalados en hoteles turísticos a los que les instalan dispositivos que logran sustraer los datos de las tarjetas bancarias que son ingresadas, así como el número de identificación personal (NIP) de las mismas, para posteriormente realizar retiros a dichas cuentas”.
Estos retiros, explicó la UIF, eran ingresados al sistema financiero mediante la operación de empresas fantasma constituidas por los integrantes de la organización.
La UIF analizó un total de 277 operaciones inusuales por un monto de 337 millones 500 mil pesos, así como un total de 520 reportes de operaciones relevantes por más de 125 millones 520 mil pesos. También señaló que hubo transferencias internacionales por un monto de 251 millones 200 mil pesos y analizó la recepción de 333 transferencias por un monto mayor a 232 millones de pesos.
La UIF trabajó de manera coordinada con el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en la definición de los objetivos de dicho operativo, con lo que se logró ubicar a un gran número de integrantes de dicho grupo criminal, así como a sus mayores operadores financieros y empresas utilizadas.