Se espera que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le pida a su homólogo Joe Biden que considere compartir con el país latinoamericano parte del suministro estadounidense de vacunas contra el coronavirus cuando celebren un encuentro virtual el lunes, dijeron funcionarios de Estados Unidos y México.

Biden está abierto a discutir el asunto como parte de un esfuerzo para cooperar en la lucha contra la pandemia de Covid-19, pero mantendrá como su “prioridad número uno” la necesidad de vacunar primero a tantos estadounidenses como sea posible, afirmó un funcionario de la Casa Blanca a Reuters bajo condición de anonimato.

López Obrador ha sido uno de los líderes de las economías en desarrollo que más ha alzado su voz presionando a las grandes potencias para mejorar el acceso de las naciones más pobres a las vacunas.

“Esperamos que eso suceda”, aseveró el funcionario de la Casa Blanca cuando se le preguntó si era probable que López Obrador presentara una solicitud para compartir vacunas cuando los líderes celebren su primera “reunión” bilateral desde la toma de posesión de Biden en enero.

El funcionario dijo que López Obrador solicitaría un préstamo de los suministros de vacunasestadounidenses, que será reembolsado cuando los biológicos para los que México tiene contratos firmados sean entreguen más adelante en el año.

La oficina de López Obrador no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

México tuvo una tensa relación con el predecesor de Biden, Donald Trump, aun así, López Obrador forjó una alianza con el expresidente republicano, mientras trabajaban para frenar la migración desde Centroamérica.

Biden ha venido deshaciendo las férreas políticas migratorias de su antecesor, que, entre otras cosas, obligaron a miles a esperar en México por el inicio de sus audiencias migratorias.

El funcionario de la Casa Blanca dejó en claro que, si bien Biden está enfocado en vacunar a los estadounidenses, Washington reconoce la necesidad de forjar una estrategia para ayudar a sus vecinos.

“Una vez que tengamos la pandemia bajo control, la recuperación económica será un tema por el que eventualmente tendremos que abrir nuestras fronteras”, dijo.

“Pero no podemos abrir nuestras fronteras si Canadá y México no han abordado la epidemia de manera similar. Por eso, la colaboración con México es una prioridad absoluta”, continuó.

COOPERACIÓN Y RESPETO

 

El programa de inmunización de México se ha retrasado por la lentitud de los envíos, a pesar de los acuerdos con los fabricantes internacionales destinados a comprar dosis para los 126 millones de habitantes del país.

Ante la demora en las entregas de Pfizer, México se apresuró a llenar el vacío y consiguió despachos iniciales de la vacuna rusa Sputnik V y de la biofarmacéutica china Sinovac Biotech.

El gobierno ha suministrado una primera dosis a poco más de 1.8 millones de personas, o el 1.4% de la población. México ha registrado más de 185 mil muertes por Covid-19 y más de dos millones de infecciones por coronavirus.

Otro punto de tensión entre Estados Unidos y México fue una investigación por narcotráfico contra el exsecretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos. Su arresto en octubre en suelo estadounidense causó molestia en el gobierno de México, que tomó medidas para restringir las operaciones de control de drogas de Estados Unidos en su territorio en represalia.

Cuando se le preguntó si México había reducido la cooperación en materia de seguridad, el funcionario de la Casa Blanca respondió: “Lo que hemos encontrado es que nuestra colaboración y comunicación con las fuerzas del orden mexicano continúan”.

López Obrador también pidió a Estados Unidos que no se inmiscuyera en la política energética mexicana, lo que refleja la opinión de que la nueva administración estadounidense buscará defender los intereses de los inversores a medida que México avanza para cambiar las reglas a favor de las empresas estatales de electricidad y petróleo.

A pesar de la opinión de algunos inversores de que el cambio de política podría violar el acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, el funcionario de la Casa Blanca dijo que “no está claro si ha habido una violación” del tratado e insistió en que cualquier diferencia podría resolverse “dentro de un contexto de respeto”.