El Gobierno de Nueva Zelanda anunció este jueves que proporcionará productos de higiene femenina gratis en todos los colegios del país a partir de junio con el objetivo de atajar la “pobreza menstrual”.
La medida da continuidad y amplia a escala nacional el exitoso programa piloto implementado el año pasado en 15 escuelas de la región de Waikato, en la Isla Norte, en el que participaron unas tres mil 200 alumnas, apuntó la Primera Ministra, Jacinda Ardern.
“Las jóvenes no deberían perder parte de su educación por algo normal para más de la mitad de la población (…) La respuesta positiva de las escuelas y los estudiantes nos ha animado a expandir la iniciativa a todos los colegios de Nueva Zelanda”, dijo la mandataria en el colegio Fairfield, parte del programa piloto.
#FreePeriodProducts will soon be available to students in all NZ primary, intermediate and secondary schools and kura opting to receive them, Prime Minister @jacindaardern and Associate Education Minister @jantinetti announced today at Fairfield College. https://t.co/8EF1JrnBdo pic.twitter.com/NUVrNkZlQm
— Te Tāhuhu o te Mātauranga (@EducationGovtNZ) February 18, 2021
La Primera Ministra incidió en que “proveer de productos de higiene femenina de manera gratuita en los colegios es un camino para que el Gobierno aborde directamente la pobreza, ayude a incrementar la asistencia en las escuelas y lograr un impacto positivo en el bienestar de las niñas”.
La mandataria señaló que una de cada doce estudiantes no acude a la escuela por problemas relacionados con la “pobreza menstrual”, como se denomina la falta de acceso a productos de higiene femenina.
El programa contará con un fondo de 25 millones de dólares neozelandeses (cerca de 18 millones de dólares estadounidenses o casi 15 millones de euros) para funcionar hasta 2024.
La Ministra para Asuntos de la Mujer, Jan Tinetti, indicó junto a Ardern que los problemas derivados de la menstruación incluyen la vergüenza, los estigmas, faltar a clase o no poder afrontar el costo de los productos.
En noviembre, Escocia se convirtió en el primer país del mundo en ofrecer de manera gratuita productos de higiene femenina a todo el que lo necesite, incluido en lugares públicos.