Desde diciembre de 2020, varios exempleados consulares de México en USA se han quejado de despidos injustificados y prácticas de abuso laboral. Sin embargo, esta situación existe desde hace varios años. Al respecto, dos exempleados del Consulado de México en Nogales declararon a Conexión Migrante que, después de despedirlos, el consulado les suspendió las visas de turista.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2017. Ese mes, Antonio y Manuel (los dos exempleados de quienes omitimos el nombre para proteger su identidad) se encontraban de vacaciones. Otros 2 excompañeros también estaban descansando. Los cuatro estaban contratados con una visa diplomática tipo A2.
Antonio había empezado sus vacaciones el 26 de diciembre. Dos días después, el 28, recibió una llamada telefónica del Consulado de Nogales. En ella, el cónsul adscrito Esteban Alejandro Martínez López le informaba que ya no trabajaría más en el consulado.
El mismo cónsul también se encargó de hablar con Manuel y sus otros dos excompañeros. Además, después de la llamada telefónica, el Departamento de Estado de USA les informó que sus visas A2 habían quedado suspendidas. Sin embargo, este no fue el único documento que les cancelaron: sus visas de turista también perdieron validez.
Cuando los afectados pidieron que se les explicara el motivo de su despido no tuvieron respuesta. Tampoco supieron por qué el consulado suspendió sus visas de turista.
De hecho, esto último afectó a Manuel. Él vive en Nogales del lado de Sonora, y todos los días cruzaba la frontera para ir a su trabajo en el consulado. Pero, después de que sus visas quedaran suspendidas, ya no pudo regresar ni siquiera por sus pertenencias. Por su parte, Antonio tuvo que pasar por un proceso de detención.
Del consulado a la detención
Cuando despidieron a Antonio del Consulado de Nogales él sí estaba en Estados Unidos. Sin embargo, regresó a México en cuanto su visa A2 quedó suspendida.
Como no sabía que la visa de turista también había perdido validez, intentó reingresar a USA por motivos personales unos días después. Pero, cuando llegó al área de inspección, los agentes fronterizos lo detuvieron.
“Me pidieron mis papeles y se tardaron revisándolos. Luego me llevaron a una inspección y después me detuvieron”.
Antonio cuenta que ya había pasado por centros de detención antes, cuando trabajaba en el área de protección a mexicanos. “Los agentes se me quedaban viendo, se les hacía raro que yo estuviera ahí detenido”, comenta al respecto.
Agrega que el proceso llevó varias horas y que, en todo ese tiempo, estuvo esposado y despojado de sus pertenencias. Después, una de sus excompañeras del consulado fue a auxiliarlo. Pero Antonio nunca olvidará la experiencia.
Él cree que su despido se debió a diferentes roces con el cónsul adscrito Alejandro Martínez. Sin embargo, eso no explica el despido de sus otros compañeros. Tampoco explica la suspensión de sus documentos individuales de viaje.
Ahora, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) enfrenta una demanda por parte de Antonio, Manuel y sus otros dos excompañeros. En ella piden que les den una indemnización pues, en promedio, llevaban entre 10 y 20 años trabajando para esta oficina de la SRE.
No obstante, el consulado se niega por el tipo de contrato que firmaron los exempleados. Pero, con este contrato, la SRE está violando los derechos de sus trabajadores.