La Casa Blanca retrasará probablemente la implementación de una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con la inmigración, incluyendo el tan esperado grupo de trabajo para reunir a las familias migrantes separadas bajo la Administración de Donald Trump, según dos fuentes familiarizadas con las discusiones.
Durante su campaña presidencial, Joe Biden prometió crear un grupo de trabajo “en su primer día como presidente”. En un memorando en el que se esbozan las primeras acciones ejecutivas, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, aseguró que la Administración Biden “comenzaría la difícil pero crítica labor de reunir a las familias separadas en la frontera”.
Otro documento de planificación que circuló entre los funcionarios de Biden indicaba que la acción ejecutiva en materia de inmigración se daría a conocer el viernes.
Fuentes implicadas en las discusiones dicen que se han retrasado “al menos unos días”, pero no explicaron la causa del retraso.
Cuando se anuncie el grupo de trabajo, se espera que sea un esfuerzo interinstitucional entre el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), el Departamento de Salud y el Departamento de Estado, dirigido por el secretario del DHS elegido por Biden, Alejandro Mayorkas, según tres fuentes familiarizadas con la planificación.
Su objetivo será reunir a todas las familias migrantes separadas en la frontera a lo largo de los cuatro años de la presidencia de Trump, no por deportaciones realizadas desde el interior del país, según estas fuentes. El grupo de trabajo también elaborará un informe sobre lo que llevó a las separaciones y recomendará que esa política no se repita nunca, aunque no llevará a cabo una investigación que pueda conducir a dejar libres de cargos penales a los funcionarios responsables, añadieron las fuentes. En cambio, cualquier investigación que requiera la citación de testigos se dejará a discreción del Departamento de Justicia, precisaron estas fuentes.
Pero todavía se están elaborando otros detalles clave, como qué factores pueden descalificar a las familias para ser reunificadas y si aquellos que sí califican pero han sido deportados recibirán protecciones especiales, como ayuda humanitaria, para venir a Estados Unidos.
Todas las familias separadas en la frontera durante los cuatro años de la Administración Trump, no solo las separadas durante la política de “tolerancia cero”, serán elegibles para la reunificación por el grupo de trabajo, según tres fuentes familiarizadas con las discusiones de planificación.
Casi 3,000 niños migrantes fueron separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México bajo la política de “tolerancia cero”, que separó sistemáticamente a los niños de sus padres cuyo único delito fue cruzar la frontera ilegalmente durante mayo y junio de 2018.
Pero antes de eso, más de 1,000 familias fueron separadas en un programa piloto en El Paso, Texas, y sus alrededores. Y después de junio de 2018, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) estima que otras 1,000 familias han sido separadas en la frontera de Estados Unidos.
Pero muchos de esos padres han sido deportados, lo que hace más difícil encontrarlos y, si los encuentran, les plantea la difícil elección de llevar a sus hijos a un país peligroso o permitirles vivir en Estados Unidos con familiares. No se espera que el anuncio del grupo de trabajo incluya detalles sobre si las familias recibirán un permiso especial para venir a Estados Unidos a reunirse con sus hijos.
Los grupos pro-bono que hasta ahora han trabajado para reunificar a las familias separadas bajo el programa piloto de 2017, y el de tolerancia cero de 2018, dicen que no han podido llegar a los padres de más de 600 niños y creen que dos tercios de ellos han sido deportados.