Una elección inédita se visualiza en Sonora. Por primera vez, los cacicazgos tradicionales se ven en riesgo de perder su hegemonía en una elección marcada por las alianzas.
Los contendientes que están en la mesa son: Alfonso Durazo Montaño, exsecretario de Seguridad Pública federal, impulsado por la alianza de Morena con PVEM y Nueva Alianza, sin que hasta ahora el Partido del Trabajo (PT) se defina si los acompaña.
El bloque PRI-PAN y PRD estará encabezado por Ernesto Gándara Camou, mientras que Movimiento Ciudadano (MC) apostará por el empresario de Bachoco, Ricardo Bours Castelo.
A menos de seis meses de las elecciones, los aspirantes a la gubernatura buscarán convencer a 2 millones 126 mil 114 ciudadanos, según el padrón electoral.
Considerando que vote 60% de las personas registradas, el ganador deberá lograr alrededor de 500 mil votos para obtener la gubernatura.
Los aspirantes independientes Petra Santos Ortiz, Fernando Cruz Miranda y Jorge Luis Aragón Millanes no alcanzaron a cumplir con las firmas requeridas.
Dos bloques
De las 15 gubernaturas que se elegirán en México, las candidaturas en Sonora prácticamente están definidas; sin embargo, el escenario podría ser muy cerrado si se establecen dos bloques.
Para Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora, analista político, columnista, académico con doctorado en Asuntos Políticos por la Universidad de Austin, Texas, y autor del libro Los Gobernadores de Sonora 1911-2009, la elección va a estar muy reñida.
“Veo que, por lo menos, a nivel urbano no se percibe el entusiasmo de la elección pasada ni por Morena ni por el Presidente. Ha habido un desgaste desde 2018 a la fecha, creo que ya no es lo mismo, no es el tsunami o volcamiento a favor de Morena.
“Tal vez haya ventaja por los programas sociales; va a haber una competencia muy pareja y yo les veo pros y contras, tanto al candidato oficialista o de Morena como a los otros, va a estar reñido”, consideró el especialista.
“Por otro lado, la alianza opositora no está muy clara; hay panistas renuentes y no convencidos. No creo que haya una alianza muy proactiva, si acaso va a ser medio pasiva; además, la relación del PRI y del PAN no ha sido tersa”, destacó Pineda.
El académico apuntó que la tendencia será el bipartidismo, donde unos tratarán de hacer ganar a Morena y otros a la oposición, aunque haya más candidatos y sólo habrá dos punteros.
“Ricardo Bours Castelo y Ernesto Gándara son muy parecidos: familias aristocráticas, dentro de la élite de los grupos de poder económico. El primero con ascendencia en el sur del estado, y el segundo en el centro y norte de Sonora, pero ambos forman parte del mismo grupo político del ala opositora del PRI; sin embargo, si quieren ganar, uno tendrá que declinar a favor del otro, de lo contrario, el candidato de Morena la tiene más probable”, estimó el especialista.
Durazo, por su parte, llegó con cierta desventaja por venir del centro del país —lo cual es visto con reservas por la gente que ha hecho carrera en Sonora— y por su desempeño en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana federal.
Esto último ha dado pie a una de las principales críticas a su precampaña, pues mientras el exfuncionario federal promete que combatirá la inseguridad en el estado, se recuerda que a nivel nacional no bajó la violencia durante su periodo como encargado de la seguridad del país.