Los seguidores de Trump que asaltaron el Capitolio hace nueve días tenían la intención de “capturar y asesinar a funcionarios electos”, según un nuevo informe que ofrecieron los fiscales federales.
Los fiscales solicitaron a un juez que detuviera a Jacob Chansley, el hombre de Arizona y teórico de la conspiración de QAnon que fue fotografiado con un goroo de mapache y cuernos de jefe nativo americano dentro del edificio que alberga las dos cámaras del Congreso.
El memorando de detención, escrito por abogados del Departamento de Justicia en Arizona, detalla más sobre la investigación del FBI sobre Chansley, y revela que dejó una nota para Pence advirtiendo que “es solo cuestión de tiempo” y que “la justicia está llegando”.
“Pruebas sólidas, incluidas las propias palabras y acciones de Chansley en el Capitolio, respaldan que la intención de los asaltantes del Capitolio era capturar y asesinar a funcionarios electos del Gobierno de Estados Unidos”, escribieron los fiscales. Chansley debe comparecer ante un tribunal federal el viernes.
Los fiscales y los agentes federales han comenzado a presentar cargos más graves relacionados con la violencia en el Capitolio. El bombero retirado Robert Sanford, fue acusado el jueves de arrojar un extintor de incendios a la cabeza de un policía. Peter Stager, fue acusado de golpear a un oficial diferente con un poste con una bandera estadounidense.
Chansley participó “de manera activa en una insurrección que intentó de derrocar violentamente al Gobierno de Estados Unidos”, según los fiscales, y advirtieron que “la insurrección aún está en curso”, mientras las fuerzas del orden se preparan para más manifestaciones en Washington y las capitales estatales.
También sugirieron que sufre adicción a las drogas y enfermedad mental, y le dijeron al juez que presenta un grave riesgo de fuga.
“Chansley ha hablado abiertamente sobre su creencia de que es un extraterrestre, un ser superior, y que está aquí en la Tierra para ascender a otra realidad”, escribieron.
El Departamento de Justicia ha presentado más de 80 casos penales en relación con los violentos disturbios en el Capitolio de Estados Unidos la semana pasada, en los que los partidarios de Trump irrumpieron en el edificio, saquearon oficinas y, en algunos casos, atacaron a la policía.
Muchas de las personas acusadas hasta ahora fueron rastreadas fácilmente por el FBI, que tiene más de 200 sospechosos, gracias en gran parte a los videos y fotos publicados en las redes sociales.
Michael Sherwin, el fiscal federal interino del Distrito de Columbia, ha dicho que si bien muchos de los cargos iniciales pueden parecer menores, espera que se presenten cargos mucho más graves a medida que el Departamento de Justicia (DOJ, por su sigla en inglés) continúa su investigación.
Con información de Reuters.