Mario escapó de una muerte segura al incendiarse su hogar, en Mexicali, Baja California, luego de que se incendiara y lo primero que hizo al estar a salvo, fue buscar a su perro Gordo, a quien logró rescatar.
El incendio, al parecer producto de un corto circuito, ocurrió el pasado 7 de enero a las dos de la madrugada, en la casa donde viven ambos en la colonia Ampliación Nacionalista.
“Y lo peor es que ya tenía mucho prendida la casa y el señor no salía”, recordó Soledad Lamas, vecina desde hace más de 30 años de Mario.
“La verdad”, dijo, “nosotros creíamos que ya no iba a salir”.
Y aunque los vecinos le gritaban desde la calle, Mario nunca pudo escucharlos debido a que es sordomudo.
“Ya se imaginan la desesperación de mis vecinos y de la gente, de estar gritando y de que no pueda salir porque él no escucha”, expresó Kayla, hija de Mario.
Lo que despertó al hombre fueron el olor a quemado de la madera y el plástico de las copas para rines que vendía en la colonia Virreyes. Tras salir de entre las llamas y ser auxiliado por los bomberos, Mario vio a sus dos hijas, a quienes preguntó por si amigo Gordo, un pitbull que tiene cuatro años viviendo con él.
“Estaba muy triste la verdad. Entonces mi hermana escucha, que ladró el perro y yo le dije, honestamente yo le dije no creo, ha de ser el perro de algún un vecino”, recordó Kayla.
El canino estaba debajo del pick up de Mario, fue cuando él usó una manguera para mojar y después el perro corrió y salió a la calle hasta llegar a su dueño, quien lo abrazó, imagen que inmortalizó su vecino Jonathan Bobadilla, un estudiante de ciencias de la comunicación.
Al no saber de Gordo “ sentí que me apachurraban el corazón, y cuando lo miró, grité de la felicidad y sentí un alivió, un alivio total de poder verlo”, expresó en señas Mario.
A raíz de esa fotografía, residentes de Tijuana e incluso la alcaldesa del ayuntamiento de Mexicali, Marina del Pilar Avila, le ofrecieron ayuda de inmediato para reconstruir su hogar que resultó con daños considerables.