Google eliminó de su tienda virtual la app Parler, red social similar a Twitter que gracias a su política de “libre expresión” es usada por seguidores del presidente Donald Trump y la ultraderecha estadounidense.
Apple, además, dio 24 horas a Parler para implementar un plan de moderación de su plataforma si no quiere que la expulse también de su AppStore.
Desde Parler, el director ejecutivo de esa app, John Matze, se quejó de las posturas de Google y Apple.
“¡No cederemos ante las empresas con motivaciones políticas y los autoritarios que odian la libertad de expresión!”, publicó Matze.
Si bien Trump no tiene cuenta en Parler, la plataforma cuenta con varios personales de alto perfil partidarios del presidente, quienes al igual que la ultraderecha, acusan a Twitter y Facebook de “censura”.
Las restricciones a Parler se dan en el marco de la suspensión de las cuentas de Trump tanto en Twitter como en Facebook, tras haber sido señalado como el promotor de los hechos violentos en el Congreso de Estados Unidos protagonizados por sus seguidores.
Twitter también eliminó los perfiles varios aliados del presidente estadounidense que habían promovido teorías de conspiración del grupo QAnon, defendidas por algunos de los que asaltaron el Capitolio.
La red de microblogging suspendió las cuentas de Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional de Trump; Sidney Powell, exabogada del presidente, Ron Watkins, administrador de la plataforma 8kun (antes 8chan).
Ante el veto de Twitter, Trump amagó con crear su propia plataforma, ya que esa red funcionó como su principal altavoz durante su gobierno.
La cuenta que el presidente ha usado frenéticamente durante sus 4 años en el poder, con anuncios que a menudo sorprendían a su propio equipo y desataban desesperadas carreras para implementar sus órdenes, está ahora en blanco, sin siquiera las fotos de perfil del presidente, y con el mensaje “cuenta suspendida”.
“Predije que esto ocurriría. Hemos estado negociando con varios sitios más, y tendremos un gran anuncio pronto, mientras miramos también las posibilidades de construir nuestra propia plataforma en un futuro cercano. ¡No nos silenciarán!”, afirmó el presidente saliente.
La medida supone un gesto extraordinario por parte de Twitter, que durante años se negó a censurar tuits de Trump –incluso cuando difundían teorías de la conspiración o incitaban al odio– por considerar que estaban en el interés público, dada su condición de presidente.
Recientemente, sin embargo, la red social empezó a etiquetar los tuits del presidente con advertencias de que sus mensajes contradecían los hechos o datos oficiales, sobre todo en lo relativo a los resultados de las elecciones de noviembre, que Trump se negó a reconocer durante dos meses.