La violencia en contra de los policías en el país va en ascenso. De enero a noviembre de 2020, al menos 489 agentes de todos los niveles y corporaciones fueron asesinados en la mayor parte de los estados. Es, en promedio, un policía asesinado cada 16 horas en México.
Entre las agresiones figuran enfrentamientos con el crimen organizado donde los policías cayeron pese al blindaje de los vehículos en los que viajaban, como ocurrió en el atentado contra el secretario de Seguridad de Ciudad de México, pero también el asesinato de policías desarmados como se registró en junio en Guanajuato.
Un balance elaborado por la organización especializada en temas de seguridad, Causa en Común, muestra un incremento de 2019 a 2020 del 26% en la cifra total de policías asesinatos en México. Y hay entidades donde el incremento supera el 100%.
Con excepción de Baja California Sur y Campeche, todos los estados del país registraron el asesinato de al menos un policía durante el año pasado. Hay cinco entidades, encabezadas por Guanajuato, que concentran por si solas casi la mitad de todos los asesinatos de policías registrados en 2020.
De acuerdo con el recuento elaborado a partir de datos oficiales y reportes periodísticos, en 2020 fueron asesinados 100 policías y agentes más que en 2019. La cifra pasó de 386 a 489 en el mismo periodo de 11 meses.
De hecho, pese a que aún falta el balance de diciembre de 2020 en el recuento, la cifra de ese año ya supera al total anual de 2019. De mantenerse el mismo promedio de los 11 meses previos, el 2020 habría cerrado con más de 530 agentes de seguridad asesinados.
Los datos de 2020 también confirman que no se logró consolidar el descenso que se había registrado de 2018 a 2019 cuando la cifra anual de policías asesinados bajó ligeramente de 452 a 446.
En el promedio diario, el informe de Causa en Común identifica que en 2018 se registraba un promedio de 1.24 policías asesinados; mientras que para 2019 dicho promedio bajó a 1.16 agentes caídos; y en 2020 repuntó hasta un promedio de 1.45 policías víctimas de homicidio.
Es un promedio de un policía asesinado cada 16 horas en México y, con algunos casos en los que podría registrarse hasta dos policías caídos cada 24 horas en el país.
Estados mortíferos para policías
De los 489 policías asesinados en México, 226 casos (46%) se concentran en solo cinco estados: Guanajuato, Chihuahua, estado de México, Guerrero y Veracruz.
Guanajuato es el caso más grave. En dicha entidad 81 policías estatales, municipales y ministeriales fueron asesinados entre enero y noviembre; la cifra representa un incremento importante respecto al mismo periodo de 2019 en que fueron asesinados 50 elementos. Lo anterior significa que, en promedio, 1 de cada 6 policías asesinados en el país era de Guanajuato.
Los siguientes cuatro estados están lejos de dicho registro, pero todos acumulan más de tres decenas de policías asesinados. Primero se ubica el Estado de México con 39 casos, seguido de Veracruz con 38 policías caídos, Guerrero con 35 asesinatos de oficiales y Chihuahua con 33.
Luego se ubica Michoacán con 26 policías asesinatos en su territorio, seguido de Ciudad de México y Sonora con 21 casos cada uno.
Aguascalientes, Nayarit, Tlaxcala y Yucatán presentan solo un caso registrado, respectivamente.
Los datos de Causa en Común también permiten identificar casos de entidades donde los homicidios de policías se han disparado mas del doble de un año a otro. San Luis Potosí es el foco rojo en este sentido, pues la cifra de policías caídos pasó de solo 3 en 2019 a 19 en 2020, lo que equivale a un disparo del 533%.
Colima es otra entidad donde los asesinatos de los agentes se multiplicaron al pasar de tres a 11, que es un incremento equivalente al 266%. Después se ubica Veracruz cuyos 38 policías asesinados son un incremento del 171% respecto al año anterior.
Luego están Querétaro e Hidalgo que de forma coincidente pasaron de solo dos policías asesinados en 2019 a 5 en 2020, un repunte del 150%.
Crímenes de toda jerarquía
Entre los ataques perpetrados contra los policías en 2020 hay desde agresiones en contra de mandos, hasta ataques a policías de los rangos más bajos. Hubo desde emboscadas a comitivas amplias de uniformados hasta ataques a elementos que se encontraban en solitario o desarmados.
Uno de los casos de mayor impacto fue la planificada agresión que presuntos sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) efectuaron en contra del convoy del jefe de la policía capitalina Omar García Harfuch, el 26 de junio en la colonia Lomas de Chapultepec.
Los delincuentes efectuaron decenas de disparos en contra de la camioneta del alto funcionario quien no murió aun cuando fue alcanzado por tres proyectiles. No obstante, el blindaje del vehículo no logró impedir que dos de los agentes capitalinos que lo escoltaban perdieran la vida.
El asesinato de policías en Guanajuato en 2020 fue un foco rojo debido a la frecuencia y violencia con la que se cometieron. Hubo desde emboscadas como la registrada el 3 de julio en la carretera Apaseo – Jerécuaro en la que sicarios consiguieron asesinar a cinco policías estatales, hasta el homicidio de tres policías desarmados en Silao ocurrido un mes antes.
En el mismo mes de junio, pero Michoacán, se registro otro ejemplo con el homicidio del director de la policía de Zamora, Cesar Marín Jaimes, quien perdió la vida junto con uno de sus comandantes, luego de que fueran emboscados cuando viajaban en un automóvil.
Uno de los casos mas recientes fue el asesinato del coordinador general de la Unidad Especializada de Aprehensiones de la Fiscalía de Sinaloa, Ramón Muñiz Moriega, a quien le dispararon en mas de cien ocasiones cuando manejaba su vehículo en una colonia del sur de Culiacán.