Un joven de 29 años de edad se suicidó en Coahuila tras dar positivo a una prueba rápida de COVID-19, aunque al salir los resultados de una prueba PCR se indicó que no tenía el virus.
Mario Alberto M. ingresó el sábado al Hospital General de Zona No. 7 del IMSS en Monclova, referido de otro hospital, con todos los síntomas de COVID-19.
Tenia saturación de oxígeno de 90 por ciento y tras dar positivo a una prueba rápida fue ingresado al área COVID.
Por protocolo, se le practicó una prueba PCR.
El lunes, el joven se dirigió al baño y tras 20 minutos de no salir un enfermero fue a buscarlo. Al entrar al sanitario lo encontró colgado de una sábana.
Horas después llegó el resultado de su prueba PCR que fue negativo.
Leopoldo Santillán Arreygue, delegado del IMSS en Coahuila, describió el hecho como “una situación fortuita, un caso inesperado”.
Tras lamentar el suicidio del joven, el funcionario recordó que el Seguro Social brinda atención psicológica a los pacientes con COVID-19, que por protocolo ocurre a su alta médica.
Pero ahora, detalló, se ofrecerá apoyo psicológico desde el primer nivel, aunque apuntó que dependerá en gran medida del sentir expresado por los pacientes.