Por: Eduardo López | AS

Xóchitl Lagarda, presidenta de la Asociación Deportiva Mexicana de Basquetbol (Ademeba), recibió un correo electrónico el 5 de febrero de 2020. El remitente era la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). El contenido del mensaje era dinamita. Una época oscura para el basquetbol mexicano, una más, inició entonces.

Extracto del aviso de suspensión de FIBA a Ademeba
El documento adjunto en el correo era una carta titulada ‘Suspensión de la Asociación Deportiva Mexicana de Basquetbol”. El Comité Ejecutivo de FIBA había sesionado el 31 de enero de 2020 y, posteriormente, tomó la decisión, con efecto inmediato, de anular los derechos federativos de Ademeba, que se ostenta como la federación que regula la práctica profesional del baloncesto en México. El castigo no se hizo extensivo a la participación de los representativos nacionales en competiciones oficiales de FIBA: la Selección Mexicana enfrentó en duelos de ida y vuelta a Bahamas en la ventana clasificatoria para la AmeriCup 2021 celebrada ese mismo mes. “Lamentamos esta situación, pero consideramos que las acciones de FIBA son fundamentales para garantizar que las decisiones se toman solamente en interés del basquetbol y para instar a que su federación esté en cumplimiento con los estatutos generales de FIBA y las regulaciones internas”, sentenció FIBA en el último párrafo de la misiva, firmada por Andreas Zagklis, secretario general del organismo.

La bomba estalló. Desde entonces, el baloncesto mexicano ha permanecido entre trincheras, esquivando los perdigones. Diez meses de batallas legales, rumores, incertidumbre y una parálisis generalizada. Impedida de sus funciones, Ademeba ha operado en mínimos, con un puñado de actividades oficiales a lo largo del año. Este es el parte de guerra. Una recolección de los sucesos por los que 2020 ha sido el annus horribilis del baloncesto mexicano.

EL INICIO: FIBA NO RECONOCE LOS ESTATUTOS

La determinación de FIBA, según el comunicado de prensa divulgado el 10 de febrero, cinco días después de que la sanción entró en vigor, arguyó someramente “incumplimiento de sus estatutos”. El correo electrónico en el que FIBA enteró a Ademeba sí ahonda en la razón del castigo. La causa principal estriba en la existencia de dos versiones de los estatutos que regularían la administración de Lagarda. Un documento, ya aprobado por FIBA, estaba en posesión de varias asociaciones estatales de Ademeba desde marzo de 2019. El otro, modificado, según la posición de FIBA, fue el que Lagarda envió el 24 de marzo de 2020 a la Federación Internacional.

El cisma en Ademeba ocurrió el 23 de noviembre de 2019, cuando el Consejo Directivo suspendió a las asociaciones de Tamaulipas y Sonora y, por consiguiente, a sus titulares: Modesto Robledo y Cristóbal Vargas, respectivamente. Ademeba esgrimió que Robledo, quien también fungía como uno de sus vicepresidentes, tramaba una secesión en el seno del organismo: forzar la destitución de Lagarda y crear una nueva Asociación, paralela e independiente a Ademeba. El desencuentro abrió la guerra civil.

Lagarda visitó la sede central de FIBA en Mies, Suiza, el 29 de enero de 2020, de acuerdo al aviso de suspensión del que AS posee una copia. El Comité Ejecutivo de FIBA sesionó el 31 de enero, dos días después de la audiencia con Lagarda, para discutir los embrollos internos de Ademeba: las suspensiones de Robledo y Vargas, y la circulación de ambos estatutos. El resultado del cónclave fue la sanción a la Asociación Mexicana. En la comunicación que Lagarda recibió el 5 de febrero, FIBA explicó que Ademeba había incurrido en “repetidas violaciones” a los estatutos de la Federación, específicamente a los artículos 9.2 (no acatar las regulaciones y decisiones de FIBA), 9.3 (su reglamento interno no está alineado con los estatutos generales de FIBA) y 9.6 (no registrar los estatutos aprobados por FIBA).

El ‘doble’ estatuto es el corazón de la disputa. FIBA solo reconoce la legalidad de la ordenanza aprobada antes de la asamblea general de Ademeba celebrada el 23 de marzo de 2019, en la que Lagarda resultó electa por unanimidad y con la anuencia de los delegados de FIBA. La empresaria sonorense debía concluir la administración del periodo 2018-2022 que quedó vacante tras la dimisión de la mesa directiva encabezada por Gilberto Hernández y José Reyes Ronfini. La documentación de FIBA analizada por AS explica que todos los miembros y asociados estuvieron de acuerdo con los estatutos vigentes en la reunión de marzo de 2019. Sin embargo, la Federación Internacional argumenta que Ademeba solicitó ajustes meramente protocolarios a dichas normas “para cumplir con la ley mexicana”, requisito que ya se había tratado en las negociaciones previas. FIBA rebatió que dichos cambios no están contenidos en el informe notarial de la asamblea. Finalmente, Ademeba ejecutó la protocolización del estatuto ‘modificado’, proceso que finalizó seis meses después de la cumbre.

FIBA no aceptó las reformas de ‘último minuto’, pues considera que se realizaron fuera del procedimiento legal. Quedó instaurada, pues, una paradoja constitucional: Ademeba, federación afiliada bajo derecho nacional e internacional a FIBA, operaba con un estatuto que la misma FIBA no había validado. De acuerdo a la documentación que este medio revisó, incluso si Ademeba hubiera presentado formalmente el nuevo estatuto para su aprobación, FIBA lo habría rechazado, ya que “no cumpliría plenamente con el Reglamento Interno, dado que las enmiendas amplían el papel del presidente, incluida la capacidad ilimitada de suspender a una asociación miembro y reducir la cantidad de votos necesarios para eliminar a los miembros de la junta a menos de una mayoría simple”. Es decir, según FIBA, el ‘nuevo’ estatuto confería a Lagarda poderes absolutos para inclinar las decisiones del Consejo Directivo a su favor y permitía el ejercicio arbitrario de los mecanismos para suspender a opositores. Además, las disposiciones modificadas extendían el mandato hasta después de los Juegos Olímpicos 2024, lo cual violaría el artículo 9.7 de los estatutos generales de FIBA, que estipulan la celebración de elecciones democráticas en cada federación cada cuatro años. (Abajo, el estatuto que FIBA ya había aprobado y que exige a Ademeba que vuelva a reconocer).

Estatuto Social Ademeba 20-… by Lalo López Navarrete

 

En la carta del 5 de febrero de 2020, FIBA adjuntó las condiciones para levantar la suspensiónel registro de los estatutos de marzo de 2019; certificar que todo el personal de Ademeba fuese elegido para sus cargos con base a los procedimientos correspondientes; condonar las suspensiones vigentes a cualquier asociación estatal (Sonora y Tamaulipas); proveer evidencia documental de los recursos recibidos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) en 2017 y 2018, los estados financieros del ejercicio 2019, las auditorías “más recientes”, el desglose del presupuesto asignado para 2020; y facilitar los contratos firmados con NBA y la LNBP. Ademeba cumplió con el envío de su información financiera, los estatutos, y un acta de la junta directiva. Sin embargo, con excepción de las estimaciones de gasto para 2020, no brindó la documentación en la forma requerida.

AS pudo comprobar que, a pesar de la indicación inicial, Ademeba reenvió el 24 de marzo de 2020 el estatuto modificado y no el que FIBA pedía. Con ello, la Federación Internacional volvió a invocar las mismas infracciones por las que sustentó la sanción original, misma que ratificó el 27 de marzo. Además, FIBA respondió que Ademeba no había evidenciado que las suspensiones que pendían sobre las asociaciones estatales fuesen revocadas con efecto inmediato y que los estados financieros no demuestran línea por línea los ingresos y gastos de Ademeba en 2019; es más, FIBA notó una “discrepancia” comparada con las cuentas presentadas en la reunión del 29 de enero en Suiza. La Federación también replicó que el Informe de Revisión de Cuentas carecía de la información mínima para su evaluación y que no existía ninguna justificación para que Conade erogara “tales cantidades” (sin especificar el monto total) en beneficio de Ademeba. Una vez expiró el tiempo límite para aportar pruebas a su favor, la Asociación Mexicana no había proporcionado los resultados de las auditorías, ni los contratos con NBA y LNBP. El resto de los documentos no cumplían con las condiciones ordenadas.

LAGARDA RENUNCIA: EL TAS LE DA LA RAZÓN A FIBA

Lagarda y Ademeba solicitaron una apelación al Tribunal de Arbitraje (TAS, por sus siglas en francés), el máximo órgano judicial en materia deportiva. La causa fue aceptada en mayo y ambas partes esperaron a la resolución que fue notificada el 27 de agosto de 2020. El Tribunal falló a favor de FIBA. AS adelantó aquel día la decisión del TAS una hora antes de su confirmación. El veredicto dejó a la administración de Lagarda sin margen de maniobra. Ahora, Ademeba debía satisfacer los requerimientos de FIBA o, de lo contrario, se arriesgaría a una desafiliación definitiva. Si ello ocurriese, el baloncesto mexicano quedaría sin representación ni reconocimiento legal en el plano internacional. Horas después del fallo, Lagarda denunció en video-conferencia de prensa “injerencias” de FIBA en la soberanía de Ademeba y acusó a la Federación Internacional de “corrupción” y “conflictos de interés”. La entonces presidenta aseguró que la decisión del TAS “pasa por alto los derechos constitucionales de los mexicanos (…) Así la represión para nuestro país. No es novedad, esta es la historia de años, décadas”.

Los acontecimientos se precipitaron tras la intervención del TAS. El 14 de septiembre, Ademeba anunció que revisaría su estatuto en un intento de normalizar su estatus ante FIBA. Sin embargo, la gestión ya tenía fecha de caducidad. El dictamen del TAS fue sentencia condenatoria. El 29 de octubre de 2020, Xóchitl Lagarda renunció a la presidencia de Ademeba. Tres horas antes de la dimisión, seis miembros del Consejo Directivo de la Asociación le habían exigido que se apartara del cargo. En una carta filtrada a los medios de comunicación, las cabecillas alegaron que la renuncia inmediata de la presidenta contribuiría a allanar el camino para que México recobrara sus derechos federativos. Modesto Robledo figuraba como uno de los firmantes del texto. Lagarda ya no contaba con el apoyo del Comité Ejecutivo de FIBA, ni con el de la cúpula de Ademeba. No obstante, la sonorense no dejó la silla en silencio; puso nombre y apellido a quienes consideraba culpables del desbarajuste: “José Manuel Sáenz (representante de FIBA en América Latina) y Modesto Robledo creerían que yo sería la persona más fácil de manipular a su voluntad (…) Renuncio a ser parte de la red de corrupción. Renuncio a ser una mexicana agachada. Renuncio a ser intención que se tuvo de haberme invitado para convertirme en títere (sic)”, escribió en su mensaje de despedida.

Acto seguido, Ademeba constituyó una junta directiva provisional que asumió las funciones de la presidencia. El primer acto del nuevo cuerpo fue convocar a una asamblea extraordinaria que se llevaría a cabo el 13 de noviembre para elegir al sustituto de Lagarda. Sin embargo, la reunión fue suspendida hasta nuevo aviso. La estructura de trabajo de la expresidenta también abandonó Ademeba en pleno, incluido su equipo de prensa y el director deportivo de la Asociación, Horacio Llamas, primer mexicano en la NBA. También dejó Ademeba José Reyes Ronfini, quien había fungido como tesorero de la administración-Lagarda y ha sido señalado por FIBA como el responsable de negar el acceso a los estados financieros. De hecho, Ronfini, exárbitro internacional (dirigió la final de los Juegos Olímpicos de 2016) también sirvió como directivo bajo la gerencia de Gilberto Hernández, razón por la que conoce el destino del presupuesto público del que dispuso Ademeba vía Conade entre 2017 y 2018, incluidos 30 millones de pesos que debían invertirse en las Academias Conade y que fueron comprobados con facturas de empresas fantasma, según reportó Proceso en septiembre de 2020.

Con la salida de Lagarda y de su staff, Ademeba entró en congelamiento. La Asociación quedó inerte, sin una mínima estructura administrativa más allá la junta provisional. En tal contexto, el calendario se acercó a la ventana FIBA de noviembre en la cual México podía participar gracias a una autorización del órgano rector. Había permiso, pero no federación nacional. Fue entonces cuando la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) y (Conade) se adjudicaron una de las funciones centrales que corresponden a Ademeba: la coordinación de las selecciones nacionales. Con la mediación del comisionado general de la LNBP, Alonso Izaguirre, la sociedad público-privada logró conjuntar una selección conformada por estrellas del campeonato local (Luke Martínez, Fabián Jaimes, Gabriel Girón, Paul Stoll) que se presentó con decoro en la ‘burbuja’ de Indianápolis. Una victoria ante Puerto Rico y un descalabro contra Estados Unidos, resultados suficientes para mantener a México en el camino rumbo a la AmeriCup 2021.

2020 terminará con la federación nacional del baloncesto mexicano completamente paralizada. Una fuente dentro del consejo provisional de Ademeba reveló a AS que la Asociación permanecerá en la misma situación durante, al menos, un mes más. En febrero podría convocarse a una nueva asamblea extraordinaria para designar al futuro presidente. Para ello, el único camino es solventar las condiciones que FIBA impuso desde febrero de 2020 para recuperar la afiliación. “El conflicto se va a resolver con los puntos que pidió FIBA. Primero, que los estatutos de Ademeba estén alineados. Hasta cumplir con todos los pendientes se podrá proceder a la elección de una nueva mesa directiva”, aseguró la fuente, quien pidió el anonimato para que su opinión, según explicó, no interfiriera con el proceso de regularización.

Una duda que siempre prevaleció sobre la época de Xóchitl Lagarda al frente de Ademeba fue su cercanía con la directora de Conade, Ana Gabriela Guevara, y con el secretario de Educación Pública federal, Esteban Moctezuma. En los pasillos de la asamblea del 23 de marzo de 2019 el apelativo que distinguía a Lagarda era “la candidata de Conade”. La sonorense asumió el puesto sin ninguna experiencia previa en dirección de entidades deportivas, pero sus credenciales eran respetadas en el ámbito educativo y empresarial: se había desempeñado como presidenta del Consejo Sogal Educación S.C. y como vicepresidenta Nacional de Desarrollo Social de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). AS tramitó la solicitud de información con folio 113100015720 para que Conade mostrara el presupuesto erogado en beneficio de Ademeba durante 2019 y el primer semestre de 2020; sin embargo, la Unidad de Transparencia de la Comisión negó la existencia de dichos datos. No obstante, Guevara siempre defendió a Lagarda y cargó con dureza contra FIBA cuando la suspensión se hizo efectiva: “Repudio el castigo que se le ha impuesto a Ademeba. Es una falta de respeto para mi investidura y para el baloncesto mexicano”, declaró entonces la máxima autoridad del deporte mexicano.

LA INDIGNACIÓN: “MENOS GRILLAS, BASTA DE ‘INTERESES OSCUROS'”

La disputa causó un rotundo rechazo e indignación entre la comunidad ‘basquetbolera’ del país. Horacio Llamas manifestó a AS en agosto: “Por muchos años se había dejado de trabajar por el basquetbol en México. Lo más importante es que sigamos uniéndonos, trabajando en una misma línea y siendo transparentes. Lo más importante que le pueda pasar a nuestro país es que esto se solucione pronto”. Sergio Ganem, presidente de la LNBP, declaró en video-conferencia de prensa en noviembre: “Las cosas, para que funcionen, deben tener una continuidad. Tiene que haber un liderazgo fuerte y garantizar que vaya a permanecer. Falta que se le dé una sacudida al árbol, a la gente que hace basquetbol en los estados. Falta dignificar a nuestras glorias y reconocerles su trabajo (Arturo ‘Mano Santa’ Guerrero y Manuel Raga eran delegados de Ademeba durante el periodo-Lagarda). Hay que ponerse a trabajar. Menos lengua, menos grilla y más trabajo en la parte federativa”.

La Asociación Mexicana de Entrenadores de Basquetbol (AMEB) fue una aliada de Lagarda. El 17 de agosto de 2020, una semana antes del fallo del TAS, Ademeba anunció un convenio con AMEB en aras de mejorar las herramientas educativas para los coaches de baloncesto mexicano en todos los niveles, desde el sector escolar hasta el profesional. El proyecto en conjunto se perdió tras la disolución del consejo directivo. Enrique ‘Palmita’ González, exseleccionado nacional y actual presidente de AMEB, lamentó el lío en charla con AS: “Esto pasa cada cuatro años, cada seis. Es la sintonía de nuestra historia. Las mismas personas de antes son las que están dando los mismos problemas de ahora. Jamás han dado una solución (…) Ya que mueran los intereses oscuros, las verdades a medias. Le pedimos a FIBA que voltee a ver a la gente que sí trabaja en México”. José Luis Arroyos, vicepresidente de AMEB, secundó a González: “Cuando éramos jugadores nos preguntaban ‘qué pasa con el basquetbol en México’. Y no pasaba nada. Y nos volvían a preguntar, y seguía sin pasar nada (…) No nos interesa la grilla. Solo queremos mejorar la capacidad y la profesionalización de los entrenadores. Queremos demostrar que, cuando hay voluntad, sí se pueden hacer las cosas”.

AS contactó a FIBA para obtener una declaración de Horacio Muratore, presidente honorario, y Carol Callan, encargada de FIBA Américas. La Federación contestó que no emitirá ningún comentario adicional respecto a Ademeba. Este medio también envió una petición de entrevista a Xóchitl Lagarda, pero, al momento de la redacción de este reportaje, aún se no había recibido una respuesta.

En Ademeba hay confianza en que FIBA levante el castigo en los primeros meses de 2021. “Creo que va en buen camino. Se va avanzando. Fue una buena señal que FIBA permitiera a México jugar (en la ‘burbuja’ de Indianápolis) pese a la suspensión”, aseguró la fuente consultada. AS ha podido saber que Modesto Robledo no aspira a retomar la presidencia de Ademeba, lo que abriría las puertas a una presidencia fuera del statu quo basquetbolístico.

Quizá el ‘annus horribilis’ del baloncesto mexicano, uno de tantos, termine en cuanto resuenen las 12 campanadas. Quizá 2021 inicie con nuevos bríos: el preolímpico de Croacia en puerta, la AmeriCup en el horizonte y un puñado de competencias en categorías menores que son preponderantes para el desarrollo de las nuevas y prometedoras generaciones de basquetbolistas. Quizá el sol esté por salir. Clutch time. La bocina no tarda en sonar y el balón está en el aire.