Dos informantes acusaron a las empresas que construyen el muro fronterizo del presidente Donald Trump de introducir ilegalmente a Estados Unidos equipos de mexicanos armados para vigilar las obras, según informó este lunes The New York Times basado en documentos judiciales revelados por un juez federal el viernes pasado.
Los dos denunciantes, que fueron contratados para brindar seguridad en los sitios de construcción, acusaron a la empresa Sullivan Land Services Co. o S.L.S., así como a un subcontratista, Ultimate Concrete of El Paso, de contratar a trabajadores que no fueron aprobados por el gobierno estadounidense. También acusan a los contratistas de cobrar de más por los costos de construcción y de hacer declaraciones falsas sobre esas acciones.
Los empleados dijeron que Ultimate Concrete llegó incluso a construir un camino de terracería para acelerar los cruces ilegales de los equipos mexicanos a sitios de obra en San Diego, utilizando vehículos de construcción para bloquear las cámaras de seguridad de la frontera. El NYT detalla que, según una denuncia presentada en febrero y publicada el viernes, un supervisor anónimo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército aprobó la operación.
Liz Rogers, portavoz de la empresa S.L.S., dijo que la compañía no comenta sobre litigios en curso. Jesse Guzmán, presidente de Ultimate Concrete, dijo en una entrevista telefónica con NYT que no estaba al tanto de la denuncia, pero acusó que “todos pueden alegar lo que quieran, y eso no lo hace correcto ni lo convierte en la verdad”.
Uno de los guardias le dijo al FBI que había descubierto a través de auditorías mensuales de los trabajadores en San Diego, que gran parte del personal que trabajaba en construcción y seguridad no había sido examinado ni aprobado por las autoridades migratorias.
S.L.S., uno de los principales constructores del muro de Trump, ha obtenido contratos por más de 1.4 mil millones de dólares para realizar trabajos en varias partes de la frontera. Con esos fondos, señala la investigación, la compañía permitió a su subcontratista Ultimate Concrete contratar mexicanos armados y facilitar los cruces fronterizos ilegales.
Ultimate Concrete “construyó un camino de terracería que permitiría el acceso desde el lado mexicano de la frontera a Estados Unidos” de “los ciudadanos mexicanos armados” que fungían presuntamente como equipo de seguridad, dijeron los denunciantes.
El gerente del proyecto de S.L.S., señala NYT, presionó a uno de los denunciantes en julio de 2019 para que no incluyera información sobre los guardias de seguridad mexicanos en los informes que debían presentarse al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Hace sólo unos días, el diario estadounidense informó que los agentes de la Patrulla Fronteriza han luchado para evitar que los migrantes crucen el muro, con una parte de las barreras en Tucson, Arizona, que se rompieron en septiembre.
Entre octubre de 2019 y marzo de 2020, los bolardos de concreto del muro se rompieron más de 320 veces en California y Arizona.
Aunque el presidente Trump asumió el cargo con la promesa de que el muro fronterizo detendría los cruces ilegales, éstos han aumentado durante su mandato. La administración de Trump ha gastado más de 15 mil millones en la construcción, que abarca más de 643 kilómetros, y aún así registró más de 69 mil detenciones fronterizas en octubre, la mayor cifra reportada en ese periodo desde 2005.
El aumento fue impulsado, en parte, por la práctica del gobierno de Trump de expulsar rápidamente a migrantes que intentan ingresar al país ilegalmente, pues éstos lo vuelven a intentar al poco tiempo.
Las cifras más recientes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) también muestran que el flujo de drogas a Estados Unidos incrementó drásticamente en octubre. El gobierno estadounidense incautó un 63% de cocaína más que el año pasado, y tambien confiscó un 300% más de fentanilo que en octubre de 2019.