El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que Alfonso Romo dejará la coordinación de la Oficina de Presidencia de la República.
“Lo cierto es que fue funcionario público solo por tratarse de nosotros. Convenimos que estaría dos años y se cumplió el plazo”, señaló el mandatario.
López Obrador aseguró que Romo está en la visión de que lo importante no es el cargo, sino el encargo.
“Él me ha ayudado y me seguirá ayudando”, explicó.
Recordó que fue el primero de los empresarios en adherirse al movimiento de transformación y lo calificó como un hombre independiente, honesto, comprometido con las causas justas.
“Además, es mi amigo”, escribió.
Romo pertenece al equipo del presidente López Obrador desde enero de 2017 cuando fue nombrado Coordinador de Estrategia y Enlace con Empresarios, Gobiernos y Sociedad Civil durante la campaña presidencial.
En 2018 fue nombrado jefe de la Oficina de la Presidencia.
Durante 2019 también presidió el Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, Empleo y Crecimiento Económico.
Además de ser el jefe de la Oficina de la Presidencia, Romo ha encabezado el Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, que sirve de enlace entre el presidente y los grandes empresarios.
Según analistas, Romo se ha encargado de calmar las aguas ante los diferentes choques entre López Obrador y los empresarios por la política energética del presidente o por su plan económico para superar la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.
Romo, empresario y amigo personal de López Obrador, fue señalado el pasado marzo por una investigación periodística que lo acusaba de ser un “cacique” del agua en la península de Yucatán y de incurrir allí en irregularidades con la empresa Enerall, que fundó y lideró hasta que asumió su cargo actual.
El poder que ha tenido Romo dentro del Gobierno ha inquietado también a algunos miembros del gabinete de López Obrador.
El exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa dejó su cargo en julio de 2019 por la influencia de Romo, a quien acusó de tener un potencial conflicto de interés por intentar infiltrar en la administración a personas afines a sus intereses de negocio, lo que el jefe de gabinete negó.
También el exsecretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, Víctor Manuel Toledo, quien dimitió en agosto, reprochó que Romo estaba “en contra” de la agenda ecológica de esta dependencia.
Además de Romo, Urzúa y Toledo, en los dos años de Gobierno de López Obrador han renunciado también el secretario de Comunicaciones y Transportes Javier Jiménez Espriú y la de Medio Ambiente Josefina González-Blanco.