El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que no felicitará al ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos hasta que termine el proceso político y judicial entre el presidente electo, Joe Biden, y el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.

“Le quiero asegurar que aquí no hay ninguna motivación, no se trata de que uno nos guste y el otro no. Simplemente estamos esperando a que termine el enfrentamiento político“, dijo Putin en el programa de la televisión pública rusa.

Putin, uno de los escasos mandatarios que aún no ha felicitado a Biden por su victoria en los comicios del 3 de noviembre, insistió en que es una cuestión puramente “formal”.

“Respetamos a todo el mundo, al actual presidente Trump y al candidato al cargo, el señor Biden. Por eso, para nosotros no hay ningún problema”, comentó.

Adelantó que Rusia trabajará “con cualquier persona que reciba la confianza del pueblo americano”, pero matizó que la victoria de esa figura debe ser reconocida por el rival o ser confirmada jurídicamente tras la certificación definitiva de los resultados electorales.

El líder ruso negó que su silencio pueda perjudicar a las relaciones bilaterales después de que Trump bloqueara desde hace más de dos semanas el proceso de transición, escudándose en un supuesto fraude electoral.

“Unas relaciones estropeadas no las puedes estropear más, ya están estropeadas. Con respecto a otros, aquellos que felicitan, todos son gente con experiencia y que saben lo que hacen”, manifestó.

Y recordó que hace cuatro años “todos felicitaron a la señora (Hillary) Clinton, pero después ocurrió que ganó Trump”.

En cuanto a la legitimidad del próximo presidente de Estados Unidos señaló que le corresponde exclusivamente al pueblo estadunidense emitir un juicio al respecto.

Sin embargo, no ahorró críticas al sistema electoral estadunidense, especialmente por el hecho de que un presidente pueda ser elegido con mayor número de delegados, pero un menor número de electores.

“¿Acaso es eso democrático? Bajo mi punto de vista, es algo evidente”, dijo y consideró que “en todo el mundo está claro”, incluido a los estadunidenses, que en su sistema electoral “hay problemas”.

En su opinión, dicho sistema debe ser reformado, aunque volvió a añadir que “eso no es asunto nuestro”.

“Es asunto del propio pueblo americano y sus representantes en el Parlamento, asunto del presidente (…), si les satisface, que Dios les acompañe”, apuntó.

También afirmó que nadie le dio a Estados Unidos la potestad para dar lecciones sobre sistemas políticos y legislación electoral a otros países.

Aunque durante los últimos cuatro años las denuncias de injerencia rusa en Estados Unidos han sido continuas, Putin y Trump mantuvieron siempre una buena sintonía personal, todo lo que contrario que entre el líder ruso y Barack Obama (presidente en el periodo de 2008 a 2016), que nunca congeniaron.

Los expertos rusos consideran que, aunque las relaciones entre Moscú y Washington se encuentran en su peor momento desde la Guerra Fría, la llegada al poder de Biden podría elevar aún más la tensión entre el Kremlin y la Casa Blanca.