Hace 110 años, el 20 de noviembre de 1910, tuvo lugar uno de los acontecimientos históricos más importantes de México que se sigue conmemorando hasta nuestros días: la Revolución Mexicana. Sin embargo, este 2020 la conmemoración tiene lugar en medio de la pandemia por coronavirus que ya ha quitado la vida de más de 100,000 mexicanos.
Ese día se dio un levantamiento armado encabezado por Francisco I. Madero en contra del gobierno de Porfirio Díaz, quien llevaba 30 años en el poder. El objetivo era establecer elecciones más libres y democráticas.
Para llevar a cabo la revolución se creó el Plan de San Luis, un documento que “denunciaba los abusos del régimen porfirista y ofrecía, entre otros proyectos, restituir a los campesinos los terrenos que les habían sido arrebatados arbitrariamente”.
De acuerdo con Jesús Reyes Heroles, académico que escribió “Breve Historia de la Revolución Mexicana”, parte de las razones principales por las que sucedió es que una minoría de personas mantenían la propiedad de las haciendas, es decir, se encontraba muy presente el problema de la distribución de la tierra.
Tanto el movimiento agrario como aquel que estaba en contra de Díaz se presentaron en un frente conjunto para derrocar al presidente. El lema era “Sufragio efectivo, no reelección”.
En resumen, según la “Cronología de la Revolución” del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), la Revolución mexicana fue un movimiento que buscaba reivindicar los derechos laborales y la repartición de tierras.
La inconformidad explotó luego de años del gobierno del Porfirio Díaz y, cuando decidieron alzarse en armas, se emitió una convocatoria para la lucha armada que estipulaba que la Revolución comenzaría el 20 de noviembre a partir de las 18:00 horas.
Sin embargo, y a pesar de tomarse esa fecha como el inicio, en varias partes del país ya se habían levantado en contra del gobierno.
Además de Francisco I. Madero, otros personajes históricos de relevancia en este evento son Emiliano Zapata, Francisco “Pancho” Villa, Álvaro Obregón y Pascual Orozco.
Ante la presión de la revolución, el general Porfirio Díaz renunció a su cargo el 25 de mayo de 1911, luego de 35 años en el poder.
Emiliano Zapata, por ejemplo, acusó a Madero de haber incumplido con el reparto de tierras a las comunidades indígenas y agrarias del estado de Morelos. Este último fue asesinado en la “Decena Trágica” en febrero de 1913.
Tras el asesinato de Madero, Victoriano Huerta consiguió la presidencia, pero las fuerzas revolucionarias se reorganizan y crean el Ejército Constitucionalista comandado por Venustiano Carranza.
Esta lucha se enfocó esta vez en Huerta y buscaban que dejara el poder. En este marco se creó el Plan de Guadalupe, el cual llevó a otros enfrentamientos que llevaron a Carranza al poder, luego de “el usurpador” dejara la presidencia.
Este evento histórico también es conocido como “la guerra de guerrillas”, pue, posteriormente, se presentaron descontentos entre varias facciones que se unieron para derrocar al entonces dirigente de México.
Las luchas armadas comenzaron a generar miles y miles de muertos entre 1914 y 1916. Al norte, por ejemplo, se encontraba Francisco Villa, quien combatió al lado de Carranza para quitar a Huerta. Mientras Zapata continuaba en el sur del país.
Se considera que la Revolución Mexicana concluyó el 5 de febrero de 1917, fecha en la que se promulgó la Constitución. Sin embargo, los enfrentamientos continuaron por más tiempo, hasta que el país logró estabilizarse poco a poco.