Los Dogders, de la mano de un imponente Julio Urías, ganaron este martes la Serie Mundial, luego de 32 años de sequía.

El equipo de Los Ángeles venció 3-1 a Rays de Tampa Bay, para un global de 4 triunfos a 2 en la serie por el título.

Casi 11,000 espectadores acudieron al Globe Life Field, de Arlington, Texas, estadio que tiene una capacidad para 40,518 espectadores, pero cuya entrada fue restringida por los controles de salubridad provocados por la pandemia del Covid-19.

El cuestionado manager de Dodgers, Dave Roberts, se encomendó a Urías en la séptima entrada para que consiguiera los últimos siete outs y obtener el título.

Urías brilló en ‘la lomita’, retirando en fila a los siete bateadores que enfrentó, de los cuales ponchó a cuatro.

Antes, otro mexicano, Víctor González, también tuvo una brillante actuación en el centro del diamante retirando a los cuatro toleteros que enfrentó, ponchando a tres de ellos. El nayarita es el pitcher ganador del juego decisivo.

A la ofensiva brilló el jardinero derecho Mookie Betts, quien conectó dos hits en cuatro turnos, uno de ellos homerun y anotando dos carreras.

El último título de Serie Mundial de los Dodgers fue 1988, cuando derrotaron a los Atléticos de Oakland. Desde entonces, habían jugado unos 5,014 partidos de campaña regular y otros 113 de postemporada en busca del título que finalmente consiguieron.

Según información ofrecida por The Associated Press, los Dodgers habían gastado hasta el martes en la noche más de 3,690 millones de dólares en sueldos de peloteros a lo largo de 32 campañas.

Los Ángeles, es el equipo con la nómina más elevada de Grandes Ligas de 95.6 millones de dólares durante la campaña reducida por la pandemia, opacando a unos modestos Rays, cuya nómina de 29.3 millones es la 28va entre los 30 equipos de la liga.

El novato cubano Randy Arozarena abrió la primera entrada conectando su cuadrangular número 10 durante la postemporada y que permitió que los Rays tomaran una temprana ventaja de 1-0. La gesta de Arozarena pareció elevar el nivel de los Rays que buscaban a toda costa provocar un séptimo.

El abridor Blake Snell fue muy efectivo y controló a los Dodgers por cinco y un tercio de entradas.

Pero en la sexta entrada, Los Ángeles aprovecharon una fría entrada del relevista Anderson para colocar a Austin Barnes y a Mookie Betts en base.

Un lanzamiento salvaje de Anderson permitió que Barnes llegara con la carrera del empate y luego Betts produjo la de la ventaja 2-1 con jugada de selección.

Poco después se produjo el jonrón de Betts que selló la victoria.