A cuatro días de que termine el ciclo 35 del Tratado de Aguas Internacionales de 1944, que culmina el 24 de octubre, México todavía debe entregar 211 millones de metros cúbicos (m3) de agua a Estados Unidos, cifra que representa el 49 por ciento de la entrega de todo un año.
Una de las opciones que se perfila para cumplir el acuerdo es entregar la reserva de las presas internacionales La Amistad y Falcón, de las que se abastece de agua potable a 1.2 millones de personas de 13 ciudades de Coahuila y Tamaulipas. De llevarse a cabo esa medida, esas poblaciones se quedarían completamente sin agua, ya que el almacenamiento de las presas es crítico, con apenas 220 millones de metros cúbicos de agua. Mientras que las tres presas en Chihuahua, La Boquilla, Las Vírgenes y El Granero, almacenan mil 126 millones de metros cúbicos y no permiten que escurran aguas abajo, poniendo en jaque a las poblaciones aguas abajo del río.
MILENIO realizó un recorrido en la Presa de la Amistad, situada en el Río Bravo, a 20 kilómetros de Ciudad Acuña, Coahuila, donde constató los bajos niveles. La construcción de esta obra se estipula en el Tratado de Aguas y fue inaugurada en septiembre de 1969; junto con la Presa Falcón, en Tamaulipas, tiene el objetivo de almacenar y regular los escurrimientos del Río Bravo, para asegurar el mayor aprovechamiento para los dos países. Esta zona se encuentra bajo la administración de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA).
“La presa está construida sobre el Río Bravo, este sitio se escogió porque controla los afluentes más peligrosos del lado de Estados Unidos, en este caso el Río del Diablo, que ocasionaba problemas de avenidas en las poblaciones aguas abajo, como sucedía en Ciudad Acuña y Piedras Negras, Coahuila, y en el estado de Tamaulipas, principalmente en Nuevo Laredo. La principal función de la presa es el abastecimiento de las poblaciones aguas abajo, en segundo lugar el riego agrícola, después uso industrial y actividades turísticas en la presa”, explicó Ignacio Peña Treviño, representante de la Sección Mexicana de la CILA en Ciudad Acuña.
La presa de La Amistad tiene una capacidad total de almacenamiento de 6 mil 680 millones de metros cúbicos, actualmente se encuentra al 22 por ciento de su llenado, con mil 486 m3. Del almacenamiento total, el 56 por ciento le corresponde a Estados Unidos y el 44 por ciento a México, los cálculos se hacen en las oficinas centrales de la Sección Mexicana de la CILA en Ciudad Juárez, Chihuahua, y se revisan por su contraparte, en la sección norteamericana que se localiza en El Paso, Texas, punto geográfico donde termina la línea divisoria terrestre e inicia la división fluvial, a través del Río Bravo.
México tiene almacenados en la presa La Amistad 73 millones de metros cúbicos de agua, apenas el 4.1 por ciento del almacenamiento que le corresponde. Mientras que la presa Falcón tiene 147 millones de metros cúbicos, el 10.8 por ciento, ambas suman 220 millones de metros cúbicos, lo que representa el el 7.1 por ciento de agua almacenada en conjunto.
Sin embargo, para garantizar el abastecimiento de agua potable para 1.2 millones de personas que habitan en las 13 ciudades fronterizas durante un año: Ciudad Acuña, Piedras Negras e Hidalgo, en Coahuila; así como Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Gustavo Díaz Ordaz, Camargo, Miguel Alemán, Reynosa, Valle Hermoso, Río Bravo y Matamoros, en Tamaulipas, se requieren 410 millones de metros cúbicos, pero sólo hay un almacenamiento de 220 metros cúbicos; además, las presas internacionales también abastecen al Distrito de Riego (DR) 025 Bajo Río Bravo que incluye a agricultores de Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, en Tamaulipas.
De acuerdo con Ignacio Peña, de la CILA, la presa de La Amistad recibe aportaciones de 29 metros cúbicos por segundo (m3/s), de las cuales se realizan extracciones de 3 m3/s para México y 25 m3/s para Estados Unidos, por lo que solo se logra almacenar un m3/s.
Además, resaltó que los niveles críticos en la presa de La Amistad se presentan desde 1996; en 1998 se tiene el registro más bajo de 15 por ciento en el almacenamiento para ambas naciones y, aunque logró recuperarse en 2004 y en 2010, llegó a un 77 por ciento debido a las aguas del huracán Alex. Para 2013 el almacenamiento cayó al 14 por ciento, el mínimo histórico y continuó en niveles bajos.
Agricultores de Tamaulipas exigen agua
Por su parte, líderes de los agricultores del DR 025 de Tamaulipas exigieron a las autoridades federales y estatales encontrar una solución al plazo del Tratado de Aguas, por lo que solicitaron no tomar la reserva de las presas internacionales. Además, reprocharon a la Comisión Nacional del Agua la distribución inequitativa del agua, ya para el ciclo agrícola que cerró solo recibieron el 40 por ciento de su concesión de agua, en comparación con los agricultores de Chihuahua que recibieron el 100 por ciento .
“El 24 de octubre se vence el plazo, sabemos que la única solución de entrega inmediata será tomar agua de las presas internacionales que son las que abastecen a nuestro distrito de riego. Sin embargo, no debemos poner en riesgo el volumen de agua para el principal uso, el uso humano”, dijo Bertrán Biu Chávez, presidente de los módulos de riego del norte de Tamaulipas.
En conferencia realizada en la Ciudad de México, los dirigentes destacaron que los agricultores de Chihuahua tienen derecho a tomar el agua que les corresponde, pero además de que Conagua les otorgó el cien por ciento de su concesión para el ciclo agrícola recién concluido, ahora tienen los volúmenes “sobregarantizados”. Mientras que los agricultores tamaulipecos tienen una concesión de mil 183 millones de metros cúbicos anuales, que ni siquiera es suficiente para establecer riego sustentable en sus 210 mil hectáreas de cultivos.
“A los tamaulipecos, que no tenemos otras fuentes de abastecimiento más que el Río Bravo, no nos alcanza, tenemos el 41 por ciento de garantía de agua para los próximos ciclos agrícolas. Uno de los problemas es la falta de autoridad de la Conagua para permitir la toma ilegal de una presa. Además, existe el huachicoleo”, señaló el abogado José Luis Carrasco.
El representante legal de los agricultores tamaulipecos declaró que, de no fluir el agua del Río Conchos, la economía de 16 mil agricultores y 60 mil familias colapsaría en un plazo corto. Por lo que emprendieron una serie de acciones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, y en juzgados de distrito.
Presentaron una acción colectiva de al menos 50 mil personas por el daño que está provocando un desequilibrio ecológico cerca del del Bravo; además, presentaron un juicio de amparo, por el cien por ciento de agua, entregado a los agricultores de Chihuahua.
“Hemos presentado en juicio de amparo que se encuentra en trámite en el Juzgado Octavo de Distrito en Reynosa, Tamaulipas, en el que el juez nos concedió una suspensión definitiva, para que no se entregue agua a los Estados Unidos si no se hace un conteo sobre cuál le corresponde y cuál no. El amparo también considera que no se les garantice el cien por ciento de las concesiones a los agricultores de Chihuahua hasta que no se haga la contabilidad perfecta de cuánta agua le corresponde a todos los usuarios en toda la cuenca”, indicó.
Asimismo, los dirigentes resaltaron que el problema del agua no solo está en Chihuahua, sino en toda la cuenca y se debe a la falta de autoridad, ya que desde los últimos 25 años se ha ido agudizando.
“El agua no es propiedad del estado donde están establecidas las presas. Existen para almacenar el líquido en la parte alta de todas las cuencas y para bajarla a cuando es necesario”, sostuvo Raúl Treviño.