El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, participarán este jueves por separado en eventos electorales simultáneas en los cuales responderán preguntas del público, tras cancelarse el debate cara a cara que debía celebrarse hoy, cuando faltan sólo 20 días para las elecciones.

Trump, de 74 años, quien busca la reelección y va al final en las encuestas nacionales,  se rehusó participar en un segundo debate contra Biden, de 77 años, cuando los organizadores decidieron que éste se llevara a cabo de manera virtual por cuestiones de seguridad, después de que el gobernante se contagiara del coronavirus SARS-CoV-2.

En cambio, este jueves, Trump asistirá a un encuentro con votantes organizado por la cadena de televisión NBC, y Biden estará en una tertulia similar de la cadena ABC.

La campaña de Biden había solicitado precauciones mayores para un segundo debate de los dos candidatos después de que Trump anunciara que había tenido un resultado positivo en la prueba para la detección del coronavirus, y pasara tres días en el hospital naval Walter Reid, donde recibió tratamiento.

La Comisión de Debates Presidenciales propuso entonces que el enfrentamiento se realizara por circuito televisado, con los candidatos ubicados en sitios remotos, pero Trump dijo entonces que no quería “perder el tiempo” en una discusión virtual con Biden.

Aún queda un tercer debate entre ambos, el 22 de octubre, pero no está totalmente confirmado que se vaya a celebrar ni en qué formato.

En su primer debate, el 29 de septiembre en Cleveland, Ohio, se caracterizó por las continuas interrupciones y la imposibilidad de abordar en profundidad cuestiones de interés para los votantes.

La web RealClearPolitics, que realiza un promedio de las encuestas de alcance nacional, muestra a Biden con una ventaja de al menos 9.8 puntos porcentuales sobre Trump, y la cadena de televisión CNN ha proyectado que el candidato demócrata sobrepasa ya los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral para ganar la elección.

A pesar de la información incompleta difundida al público sobre la salud de Trump, el presidente ha retornado a su medio favorito de campaña, con mítines a los cuales asisten miles de simpatizantes, en su mayoría a cara descubierta, haciendo ostentación de su menosprecio por las recomendaciones de las autoridades sanitarias para contener la pandemia de COVID-19.

Biden, a su vez, continúa las giras por varias partes del país en las que se presenta con máscara, o a cara descubierta sólo cuando está a una distancia prudencial de su audiencia.