Con recursos propios o con el mismo apoyo de la comunidad, el Colectivo se desplaza hasta distintas zonas desérticas de la entidad para buscar a sus familiares.
“Ese día que los perdí mi vida se fue con ellos. No me voy a rendir nunca, nunca me voy a rendir, y los voy a buscar hasta el fin de mi vida y con mi vida de ser necesario”, asegura Cecilia Flores Armenta, madre rastreadora en Sonora con dos hijos desaparecidos: Marco Antonio y Alejandro Guadalupe.
Cecilia es fundadora del Colectivo Madres Buscadoras de Sonora que reúne a alrededor de 200 integrantes, quienes buscan a 600 personas desaparecidas en la última década en este estado del noroeste mexicano.
El Colectivo de Madres Buscadoras de Sonora ha encontrado los restos óseos de cerca de 200 personas y fosas clandestinas en distintos municipios de la entidad fronteriza con Arizona, Estados Unidos.
Picos y palas son sus herramientas principales; con recursos propios o con el mismo apoyo de la comunidad, el Colectivo se desplaza hasta distintas zonas desérticas para buscar a sus familiares.
Nogales, Sonora, es una de las ciudades donde más restos han localizado: cerca de 40 personas se hallado en los últimos 6 meses.