Las elecciones de Coahuila e Hidalgo, que se celebrarán el próximo domingo, serán el laboratorio de pruebas de la urna electrónica, en la cual, por primera vez, podrán votar más de 30 mil ciudadanos.

De acuerdo al plan, en Coahuila 54 casillas tendrán urnas electrónicas; y en Hidalgo serán 40 centros de votación, cuyo objetivo es realizar una prueba piloto para las elecciones de 2021, donde continuarán los ensayos; para que en 2024 las elecciones federales y locales sean con urnas electrónicas, como mandató la reforma de 2014.

Según el Instituto Nacional Electoral (INE), la instalación de un mecanismo electrónico para votar a largo plazo significaría ahorros en la organización de elecciones, debido a que se eliminará la boleta de papel, urnas, tinta indeleble, marcadores y otros insumos.

En la elección presidencial de 2018 se reportó un gasto superior a los 700 millones de pesos en dichos materiales electorales.

Otra de las ventajas es que hace más amigable la votación para la ciudadanía, eliminando posibles errores que se daban en el marcaje por boletas; por ejemplo, verifican que los votos por coalición sean correctos.

Además, agilizarán el escrutinio de los votos porque se hará de forma electrónica, por lo que ya no se requerirá que los funcionarios de casilla, de forma manual, anoten los votos obtenidos por cada candidato, y después estos sean traslados a las Juntas Locales de elecciones para digitalizarse y publicarse.

Incluso, se podría analizar la posibilidad de eliminar los conteos rápidos, debido a que los votos generarían un código QR que se envía en tiempo real al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

Las urnas fueron desarrolladas por el Instituto Electoral de Coahuila, así como por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco y otra del INE.

EL PROCEDIMIENTO

El INE señala que la urna electrónica es segura y no existe manera de manipulaciones físicas y digitales.

Respecto a eventualidades como cortes de energía o posibles fallas de las urnas electrónicas, éstas cuentan con baterías que les dan autonomía sin necesidad de conectarse a una red eléctrica, y además, se cuenta con repuestos completos en caso de requerirse.

Los ciudadanos que participen como funcionarios de casillas tendrán que armar las casillas como se hace tradicionalmente y verificar la instalación del componente electrónico, así como verificar la identidad del votante con su credencial de elector.

Al final de la votación de cada ciudadano, además, se imprimirá una copia de su voto en papel, que se depositará en automático en una urna en el dispositivo electrónico.

Tras la jornada electoral, se imprimirá el acta de resultados que podrá ser compulsada con los testigos impresos por funcionarios de casillas, representantes de partidos y observadores.

A corto plazo, el INE aclara que a corto plazo no se tendrán ahorros, y por el contrario, se requiere de una fuerte inversión en el desarrollo masivo de urnas electrónicas, pues tan sólo en 2018, se instalaron más de 90 mil casillas. Además de los gastos de compra de equipo, se suman los de capacitación, sistemas de seguridad, mantenimiento, y soporte, entre otros.

El primer ensayo será en la votación para presidentes municipales en Hidalgo y de diputados locales en Coahuila, programada para el próximo domingo.