El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este miércoles la recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) para postergar la construcción de la refinería Dos Bocas, a cargo de Petróleos Mexicanos (Pemex): “Ya no son los organismos financieros los que dictan la política económica”, expresó.

Esta construcción en el estado de Tabasco es una de las apuestas más grandes de la actual administración. En efecto, el presupuesto asignado para la instalación del establecimiento es de 8.000 millones de dólares, con un plazo estimado de tres años. Una vez terminada, se espera que la planta pueda producir 340.000 barriles diarios.

Sin embargo, en el marco de la crisis mundial por la pandemia del coronavirus, el FMI aconsejó frenar las obras hasta que sean rentables, vender los activos no básicos e incluso asociarse con firmas privadas. “Lo único que les pedimos es que nos respeten. Que somos libres y soberanos”, replicó el jefe de Estado.

Y continuó: “Pues es el Fondo. ¿Qué más puedo decir?”. Para López Obrador, los miembros de esa entidad “decían qué tenía que hacer México, y recomendaban privatizar, aumentar el precio de las gasolinas y la energía eléctrica”. También manifestó: “¿Saben qué recomendaban los del Fondo? A lo mejor ya se les olvidó. Que se privatizara la educación y el manejo de las pensiones. Eran los jefes de jefes”.

“Dependencia del exterior y déficit de gasolinas”

En sintonía, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, celebró la postura oficial: “Desde hace 40 años, México recibió recomendaciones de frenar inversión en infraestructura para producir combustibles y petrolíferos”, introdujo en redes sociales. Según la funcionaria, eso tuvo como consecuencia “una dependencia del exterior y un enorme déficit de gasolinas”.

Con ese antecedente, destacó la importancia de la actual política energética: “Hoy el presidente invierte en ello”, remarcó.