México es la nación que presenta el menor nivel de gasto en seguridad interna y sistema judicial de los 33 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 0.7 por ciento del PIB.
“De ahí que se le dificulte desarrollar capacidades suficientes en su sistema judicial para hacer frente a las necesidades del país”, revela un estudio del Institute for Economist and Peace (IEP).
En 2019, el nivel de paz en México tuvo un retroceso de 4.3 por ciento, descendiendo por cuarto año consecutivo, precisó el IEP. Este deterioro se debió a que las actividades delictivas se incrementaron de manera importante, al grado que la tasa de crímenes de la delincuencia organizada creció 24.3 por ciento.
“Los homicidios se han multiplicado de forma drástica en los últimos cinco años. Desde 2015, la tasa de homicidios se ha elevado 86 por ciento, y en el último año fueron asesinadas más de 35 mil personas. Los conflictos dentro de las organizaciones criminales y entre estas se han propagado, provocando un incremento significativo de la violencia“, detalló.
Veintitres estados de México cayeron en sus niveles de paz, solo 9 mejoraron
Como resultado, 23 de los 32 estados del país mostraron caídas en sus niveles de paz, mientras que solo nueve mejoraron. La tasa de aumento de los homicidios, sin embargo, se desaceleró notablemente en comparación con el año anterior, ya que subió apenas 1.4 por ciento.
Entre 2006 y 2018 hubo 35 conflictos de cárteles, en los que intervinieron 42 organizaciones criminales o algunas de sus facciones. La gravedad de la situación se hace patente si se considera que el homicidio es ahora la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 44 años, y la cuarta más frecuente entre niños de
cinco a 14 años.
Para atender efectivamente la violencia, México debería mejorar e incrementar su gasto en el sistema de justicia penal. Es decir, invertir más y mejor. Por ejemplo, México tiene en promedio 3.6 jueces y magistrados por cada 100 mil habitantes: cuatro veces menos que el promedio global. Este déficit restringe la capacidad del sistema judicial para procesar casos y, por ende, hay elevadas tasas de impunidad.
La edición 2020 del Índice de Paz Global (IPG), publicado por el Institute for Economics and Peace, apunta que el nivel de paz mundial ha disminuido por novena vez en los últimos doce años.
Este estudio clasifica los niveles de paz utilizando 23 indicadores cualitativos y cuantitativos -como el nivel de criminalidad violenta, el número de agentes de policía y cuerpos de seguridad o la posibilidad de actos terroristas– y cubre el 99,7% de la población mundial. En esta ocasión, la paz se ha deteriorado en 80 países mientras que la situación ha mejorado en 81. El índice indica que los niveles de paz en todo el mundo han disminuido un 2,5% desde 2008.
El informe revela que, si bien los conflictos y las crisis que surgieron en la última década han comenzado a disminuir, éstos han sido sustituidos por una nueva ola de tensión e incertidumbre como resultado de la pandemia del coronavirus.
En 2020, Islandia vuelve a ser el país más pacífico y seguro, según el Global Peace Index. Este país ocupa la primera posición del ranking de paz global desde 2008. En el extremo opuesto se sitúa Afganistán, que sería, según el informe, el país más peligroso del mundo. España ocupa el puesto 38 de los 163 del ranking. El país latinoamericano mejor clasificado es Costa Rica, en la posición número 32.