La cruzada para rifar el avión presidencial se ha convertido en un espectáculo que puede simbolizar el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador, según el diario The New York Times (NYT).

Su persistencia dice mucho sobre el talento para el show que ha caracterizado a su presidencia y los desafíos de concluir un gran proyecto cuando se enfrenta a las complejidades del mundo real, subraya.

En su edición de este martes, el diario neoyorquino publica una nota firmada por Natalie Kitroeff, donde puntualiza: “Es el momento perfecto para un espectáculo, dicen los críticos, especialmente uno que le devuelve el papel de Robin Hood: quita a los ricos de la nación para dar a los pobres”.

Esto “dicen algunos” respecto a la aeronave que prometió vender cuando fue candidato presidencial, en 2018, pero “ni lo ha vendido ni lo ha sorteado”, aunque esto último se programó para este martes a las 16 horas tiempo de México, abunda.

“Incluso antes de ganar las elecciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el avión presidencial como un símbolo de todo lo que estaba mal en la política tradicional de México, en la que los líderes vivían con derroches, mientras que la población permanecía en una situación de necesidad extrema”.

De acuerdo con la información publicada, el avión –con un valor de 130 millones de dólares– fue considerado por el presidente de México como “un insulto al pueblo, un ejemplo de los excesos” de los líderes del pasado, por lo que si era elegido vendería el avión y le devolvería al pueblo las ganancias, como parte de una radical transformación de México, cuyo objetivo era empoderar a los marginados, terminar con la corrupción y erradicar la desigualdad.

“Desde que ganó con una aplastante victoria la elección de 2018, ha intentado vender, rifar o utilizar el avión como un modo de recaudar fondos para causas sociales. Cada vez fracasó al toparse con la realidad: el mercado de aviones personalizados de segunda mano es pequeño y el mantenimiento de un Boening Dreamliner podría llevar a la ruina a un ciudadano común”.

Con el tiempo, los esfuerzos del presidente por cumplir su promesa de campaña “se han vuelto más elaborados, costosos y simplemente demasiado extraños”, añade, en una cita atribuida al director del México Institute en el Wilson Center, Duncan Wood.

“Si este fuera un episodio de Black Mirror, no llegaría a las pantallas”, apunta, aludiendo a la serie de televisión británica sobre relatos que tienen que ver con el lado oscuro de la era tecnológica.

“La rifa se realizará el martes. Pero el premio, al final, no es el avión, es dinero en efectivo. Entre los mayores participantes del sorteo se encuentra el gobierno mexicano, que gastó casi 24 millones de dólares para comprar boletos y luego se los entregó a los hospitales, para que tengan la oportunidad de ganar fondos que necesitan con urgencia”.

The New York Times considera que, a dos años de llegar al poder, López Obrador lleva una trayectoria contradictoria en la transformación que prometió, y su alto índice de aprobación está cayendo a consecuencia de la pandemia, la recesión económica y el aumento de la violencia.

Aunado a lo anterior, el presidente ha iniciado grandes investigaciones sobre escándalos de corrupción, pero ahora su propio hermano podría estar implicado en uno, indica, en referencia a los videos donde aparece Pío López Obrador recibiendo paquetes de dinero en efectivo por parte de David León, para las campañas electorales en Chiapas de 2015.

Y, entre otras cosas, sostiene que el presidente de México “recortó los presupuestos a algunas secretarías que tienen problemas para pagar sus cuentas de electricidad, pero ha canalizado el dinero hacia una refinería y otro de sus proyectos favoritos de infraestructura”.