El Ejército de EE.UU. anunció este martes una nueva investigación sobre las decisiones que tomaron sus superiores en la base de Fort Hood (Texas) en relación con el asesinato de la soldado hispana Vanessa Guillén, que ha generado una fuerte polémica en esa instalación militar.
En un comunicado, el Ejército anunció el nombramiento del general John Murray, uno de sus comandantes más veteranos, para “liderar una investigación en profundidad de las acciones de la cadena de mando en relación con la especialista Vanessa Guillén”.
Esa soldado, de 20 años de edad y destinada en la base de Fort Hood, desapareció el pasado 22 de abril, poco después de haber contado a su familia que había sido acosada sexualmente por uno de sus sargentos en esa masiva instalación militar.
El pasado 30 de junio, sus restos mutilados fueron hallados cerca al río León, donde fueron enterrados por su presunto asesino, su compañero en la base Aaron David Robinson, quien se suicidó cuando la Policía fue a interrogarlo.
La familia de Guillén, de ascendencia mexicana, exige una investigación independiente en el Congreso sobre el caso de la joven soldado, cuya muerte ha expuesto la necesidad de cambios en la manera en la que las Fuerzas Armadas investigan los casos de abuso y acoso sexual.
El presidente estadounidense, Donald Trump, recibió a finales de julio en la Casa Blanca a los familiares de Guillén y les prometió respuestas en el caso, sobre el que el Ejército ya había ordenado una revisión independiente que comenzó en agosto.
El nuevo paso del Ejército deja clara la presión que ha generado el suceso en la base de Fort Hood, donde además del de Guillén se han encontrado recientemente al menos otros dos cuerpos de soldados, y donde han muerto en total 23 militares este año.
La semana pasada se halló ahorcado, ocho días después de su desaparición, al soldado Elder Fernandes, quien también había denunciado abuso sexual en la base de Fort Hood; y en julio se localizaron en Killeen, cerca de la instalación militar, los restos de Gregory Wedel Morales, desaparecido desde agosto de 2019.
El caso de Guillén inspiró la presentación en el Congreso estadounidense de un proyecto de ley llamado #IAmVanessaGuillen, que permitiría que las víctimas de abuso o agresión sexual dentro del Ejército presenten sus denuncias ante una entidad independiente.