La OPEP pronosticó que la histórica caída anual del consumo petrolero a raíz de la pandemia de coronavirus será algo mayor de lo previsto hace un mes, al cifrarla ahora en un 9.09 por ciento, frente a la del 8.03 por ciento pronosticada el mes anterior.
Esta revisión es atribuida a que el freno de las actividades económicas “en algunos países” fue durante el segundo trimestre mayor de lo estimado inicialmente, indica la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su informe mensual.
Calcula ahora que la demanda mundial de “oro negro” promedie los 90.6 millones de barriles diarios (mbd) en todo 2020, después de haber rozado los 100 mbd en 2019. El desplome es de 9.1 mbd, 100 mil bd más que lo calculado en el informe anterior.
Con todo, la previsión es de una constante mejora: desde la baja hasta los 81.84 mbd del pasado trimestre, el consumo de crudo sube hasta 92,10 mbd en el trimestre actual y a 95.83 en los últimos tres meses del año.
Para 2021, la OPEP espera, con base en una mejora de la situación epidemiológica en el planeta, un incremento interanual de 7 mbd, hasta una media de 97.63 mbd.
Estos pronósticos parten del escenario de que “el COVID-19 será contenido en gran medida a nivel mundial, sin mayores trastornos para la economía global“, resaltan los expertos de la organización.
No obstante, recuerdan la incertidumbre que aún prevalece sobre la evolución futura de la pandemia y su impacto en el mercado petrolero, por lo que estiman necesario que los productores del llamado “oro negro” mantengan limitada su oferta y que los consumidores incentiven el consumo energético.
A este respecto, no solo se refieren al recorte de suministros pactado en abril por los 13 miembros de la OPEP y sus 10 aliados independientes, entre ellos Rusia, que rige desde mayo pasado, sino que también esperan que otros productores rebajen su bombeo para apuntalar la cotización del barril.
“De cara al futuro, la evolución de los precios del crudo y de los productos en el segundo semestre del año seguirá viéndose afectada por la preocupación por una (eventual) segunda oleada de infecciones y el aumento de las existencias (reservas de crudo) mundiales”, advierten.
“Esto apunta a la necesidad de seguir esforzándose por apoyar el reequilibrio del mercado”, indica el análisis de la OPEP.