Kamala Harris se convirtió en la primera mujer afroamericana en buscar la vicepresidencia de Estados Unidos.
Este martes Biden anunció a Harris como su compañera de fórmula demócrata para competir por la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos.
Si bien, Harris, de 55 años, ya había mostrado interés en competir por la presidencia de Estados Unidos por el bando demócrata a principios de este año 2019, al final Biden ganó las preferencias electorales y ella decidió apoyarlo.
¿QUIÉN ES KAMALA HARRIS?
Harris es senadora demócrata en California desde el 3 de enero de 2017.
Hija de padre jamaicano y madre india, Harris nació en Oakland, California en 1964.
Ella es una destacada abogada graduada de Howard y la Universidad de California llegando a desempeñarse como Fiscal General de California entre los años 2011 y 2017.
Kamala mantiene su vida privada en secreto y entre lo poco que se sabe es que está casada con Douglas Emhoff desde 2014.
Por otra parte, Harris es escritora y tiene dos libros publicados donde habla sobre género social y política, además de un libro para niños.
En 2019 fue incluida entre las 100 personas más influyentes por la revista Time.
PASADO CONTROVERTIDO
Harris creció en Oakland, en la California progresista de los años 1960, orgullosa de la lucha por los derechos civiles de sus padres: un jamaiquino profesor de economía y una india tamil, actualmente fallecida, investigadora del cáncer de mama.
Estudió en la Universidad de Howard, fundada en Washington para acoger a estudiantes afroestadounidenses segregados, y recuerda regularmente su membresía en la asociación de estudiantes negros Alpha Kappa Alpha.
Casada desde agosto de 2014 con Douglas Emhoff, abogado y padre de dos hijos, Kamala Harris pone a su familia primero: había elegido a su hermana Maya para liderar su fallida candidatura a las primarias.
Por lo general mordaz con sus oponentes, el presidente Donald Trump había dicho en julio que sería “una buena elección” para Biden.
El magnate republicano “no tiene ni idea de cómo manejar o calificar a Kamala Harris”, reaccionó su portavoz cuando ella era candidata, Ian Sams. “Está desconcertado con mujeres fuertes como ella”.
En el Senado, Harris se hizo conocida por sus interrogatorios, a veces de tono escalofriante, durante audiencias de alta tensión. Como candidata a las primarias, también había prometido “liderar la acusación” contra Trump.
Pero su pasado como fiscal también le pesa en contra.
Desde Carolina del Sur hasta Michigan, los votantes negros y progresistas lamentan su reputación de dureza. Cuestionan en particular sus iniciativas como fiscal para castigar fuertemente los delitos menores que, según sus críticos, afectaron más que nada a las minorías.
Al reunirse con los votantes, su imagen cálida también contrasta con cierta rigidez, mostrando en ocasiones una falta de autenticidad.
“Algunos, especialmente entre los jóvenes negros, la ven como parte del problema, no como la solución”, advirtió David Barker, profesor de ciencias políticas en la American University en Washington.
Resta ver si ahora Kamala Harris logrará movilizar a este electorado potencialmente clave para alcanzar, junto a Joe Biden, la Casa Blanca.