Una gran explosión por la combustión de 2,750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut ha asolado la capital libanesa dejando decenas de muertos y miles de heridos en un momento en el que el país vive una de sus peores crisis económicas desde el final de su guerra civil en 1990.
A media tarde de este martes, una explosión de grandes proporciones en el puerto de Beirut ha causado al menos 63 muertos y 3,000 heridos, informó un portavoz del Ministerio de Salud que pidió el anonimato, con los hospitales de la capital colapsados por los lesionados.
El primer ministro libanés, Hasan Diab, reveló en una reunión con el presidente de la República, Michel Aoun, que un cargamento de nitrato de amonio de 2,750 toneladas sin custodiar fue la causa de la explosión.
Diab prometió que no descansará hasta encontrar al responsable y “aplicarle el castigo máximo porque no es aceptable que un cargo de nitrato de amonio que pesa 2,750 toneladas esté desde hace seis años en un almacén sin tomarse las medidas preventivas, exponiendo la seguridad de los ciudadanos”.
Saldo devastador
Testigos presenciales señalaron a la agencia de noticias EFE que hubo vidrios rotos en viviendas a más de 5 kilómetros de la explosión y que los edificios sufrieron daños de diversa consideración en un radio de más de 2 kilómetros, afectando seriamente a los barrios céntricos de la capital mediterránea.
Imágenes difundidas en las redes sociales del momento de la explosión muestran una gran nube con forma de hongo elevándose en el cielo y una fuerte onda expansiva provocando numerosos daños materiales
Turns out there were two blasts, here’s the documentary evidence | pic.twitter.com/4Nug4azYkJ
— Mike (@Doranimated) August 4, 2020
Incluso algunos miembros de la Fuerza de Paz de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) resultaron gravemente heridos por el incidente, que afectó a uno de sus barcos atracado en el muelle, informó la misión.
Entre los fallecidos está Nazar Najarian, secretario general del partido Kataeb (Falange libanesa), quien sucumbió a las heridas por la explosión, confirmó el partido.
Diab prometió en un breve discurso televisado que los responsables de la gran explosión van a “pagar el precio”, ya que “esta catástrofe no pasará sin responsabilidades”.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, afirmó que la misión de la célula de crisis creada tras la explosión es “hacer frente a las repercusiones del desastre y coordinar de cerca” con las autoridades.
Beirut, zona de desastre
El Consejo de Defensa Supremo ha declarado Beirut como “zona catastrófica”, así como el estado de emergencia durante dos semanas tras una reunión urgente con los líderes del país.
El presidente Aoun afirmó al inicio de la reunión que una “gran catástrofe” ha ocurrido en el Líbano, donde apeló a la “necesidad de investigar lo ocurrido y determinar los responsables, especialmente después de que informes de seguridad indicaran que había material explosivo e inflamable” en el puerto.
Por su parte, el grupo chií libanés Hezbolá expresó en un comunicado que “la destrucción sin precedente y graves secuelas a nivel humano, sanitario, social y económico requieren que todos los libaneses y todas las fuerzas políticas y actores se solidaricen, se unan y trabajen para superar los efectos de esta desgracia cruel”.
Varios países árabes mostraron su solidaridad con el pueblo y el gobierno libanés, y Catar, Kuwait y Egipto ofrecieron la ayuda que necesite en estos momentos el país de los cedros, que pasa por su peor crisis desde el final de la guerra civil (1975-1990).
Por su parte, la Liga Árabe destacó en un comunicado la importancia de investigar lo sucedido y esclarecer la verdad, para que estos hechos no “exacerben” la crisis que ya atraviesa el país, según un comunicado del organismo con sede en El Cairo.
Este suceso, uno de los peores en la historia del país, llega a unos días de que se conozca esta semana el veredicto final del Tribunal Especial para el Líbano (TEL), encargado de juzgar el atentado con coche bomba que en 2005 acabó con la vida del ex primer ministro Rafik Hariri, el última gran ataque del que había sido escenario Beirut.
Ese tribunal internacional acusa del asesinato a varios miembros de Hezbolá, que están siendo juzgados en rebeldía.