Alrededor de 3 mil millones de animales, entre mamíferos, reptiles, aves y anfibios, fueron víctimas de los devastadores incendios del pasado verano en Australia, país que alberga decenas de especies únicas en el mundo, publica un informe preliminar.
La publicación, titulada: ‘Incendios: El daño en la Vida Salvaje’, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), triplica la cifra inicial entre animales muertos o que vieron sus hábitat arrasados y fueron desplazados por el fuego.
De la actual cifra total, unos 143 millones corresponden a especies de mamíferos, 2 mil 460 millones a reptiles, 180 millones a las aves y 51 millones a las anfibios.
Australia, que posee una fauna única, alberga unas 300 especies nativas incluidos marsupiales como los canguros y los koalas, monotremas como los ornitorrincos y los equidnas, y placentarios como los dingos.
“Los hallazgos del informe son impactantes. Es difícil pensar en otro evento natural en el mundo que se recuerde que halla desplazado a tantos animales. Esto se considera como uno de los peores desastres en la vida salvaje de la historia moderna”, dijo en un comunicado Dermot O’Gorman, director ejecutivo de WWF-Australia.
Daño inimaginable
En enero, Chris Dickman, de la Universidad de Sidney y quien supervisó este informe liderado por Lily Van Eeden, calculó que mil 250 millones de animales habían sido afectados por los incendios forestales en los estados australianos de Nueva Gales del Sur y Victoria, los más perjudicados por los recientes fuegos.
Entonces, el científico consideró que muchos animales que escaparon a las llamas tenían pocas probabilidades de sobrevivir, especialmente por la falta de alimentos, agua y una guarida, por lo que tendrían que desplazarse a lugares ya ocupados y estar en condiciones más vulnerables frente a sus depredadores.
El presente estudio de Van Eeden, que amplía el daño de los incendios a un área de 11.46 millones de hectáreas, también se considera una herramienta importante para revisar las leyes de protección de la biodiversidad y ambientales del país.
Cambio climático
Los resultados del informe suponen una llamada de atención para Australia y todos los países vulnerables a incendios extremos a raíz del impacto del cambio climático en la biodiversidad.
“¿Cómo de rápido podemos descarbonizar (la economía)? ¿Qué tan rápido podemos frenar nuestra manía por la deforestación? Arrasamos el terreno con una de las mayores tasas en el mundo”, reflexionó Dickman al comentar este nuevo estudio, cuyo informe final se prevé será presentado a finales de agosto.
Los incendios, bautizados en el país como el ‘Verano Negro’ y que mataron a 34 personas y calcinaron un área similar a la de Uruguay, comenzaron en septiembre -antes del inicio del verano austral- y se prolongaron hasta finales de febrero.
Otro de los peores incendios en Australia, denominado ‘Sábado negro’, se produjo el 7 de febrero de 2009 cuando las temperaturas se elevaron hasta los 46.4 grados y las llamas causaron 173 víctimas mortales, una tragedia considerada como el peor desastre natural de la historia moderna del país.