Casi la mitad de los estadounidenses cuyas familias sufrieron un despido durante la pandemia de coronavirus creen que esos empleos se han perdido para siempre, revela una nueva encuesta de Associated Press/NORC. Los recortes temporarios de empleos se convierten en permanentes con los cierres de negocios, bancarrotas y reducciones de las nóminas.
Inicialmente reinaba el optimismo de que se recuperarían esos empleos. En abril, el 78% de las personas cuyas familias habían perdido un empleo creían que la situación sería temporaria. Ahora, el 47% cree que el empleo perdido decidida o probablemente no regresará, de acuerdo con la encuesta más reciente de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.
Esto significa que unos 10 millones de trabajadores deberán cambiar de empleador o incluso de oficio.
Es la señal más reciente de que las abundantes contrataciones de mayo y junio, cuando algunos estados levantaron las órdenes de cuarentena y la economía empezó a recuperarse, pueden menguar con el correr de los meses. Para agravar las cosas, muchos estudiantes menores de edad iniciarán el año a distancia, un impedimento para los padres que buscan trabajo fuera del hogar.
La recuperación de la economía ha mostrado señales de debilidad a medida que resurge el coronavirus. El número de desempleados que buscan prestaciones se elevó la semana pasada por primera vez desde marzo y los contagios superaron los 4 millones, con muchos casos más que no se han detectado.
Según la encuesta, el 72% de los estadounidenses prefiere las restricciones para detener el contagio de coronavirus a su mitigación para dar impulso a la economía. Apenas el 27% prefiere dar prioridad a la economía sobre los esfuerzos para contener el brote.
Entre los demócratas, nueve de cada 10 dan prioridad a detener el virus, mientras que los republicanos están divididos casi por igual: el 53% está a favor de estimular la economía, el 46% da prioridad a la lucha contra el virus.
La mitad de los estadounidenses dicen que ellos o algún miembro de su familia ha perdido una fuente de ingresos durante la pandemia. El 27% denuncia un despido, el 33% una reducción de las horas de trabajo, el 24% la licencia sin goce de sueldo y el 29% la reducción del sueldo.
El 18% de los que perdieron un empleo dicen que lo han recuperado y otro 34% tiene la esperanza de recuperarlo.
La encuesta reafirma la desigualdad del impacto de la pandemia. Unos seis de cada 10 estadounidenses no blancos dicen que han perdido una fuente de ingresos, comparado con la mitad de los estadounidenses blancos. El 46% de los que poseen grado universitario dicen que han perdido una fuente de ingresos, comparado con el 56% de los que no tienen título.