Con la primera lluvia de verano de este jueves en Hermosillo, comenzaron a aparecer en calles y patios de las casas, los famosos sapos del desierto sonorense, (Bufo alvarius), especie endémica, de donde se extrae la llamada molécula de Dios, la sustancia alucinógena más potentes del mundo, usada en ceremonias de chamanes para la sanación espiritual.
El 5-MeO-DMT (Metoxidimetiltriptamina), que se extrae de la piel y glándulas del sapo situadas detrás de su cabeza, la curva del codo y la ingle, es utilizado para tratar problemas de adicciones y depresión.
Fumar sapo, es para algunos un viaje cósmico y una práctica ancestral en la tierra de Juan Matus, indio yaqui, que hace 52 años el entonces joven estudiante de Antropología de la UCLA, Carlos Castaneda retrató en su libro de culto “Las Enseñanzas de Don Juan”.
Recientemente Mike Tyson, el campeón más joven de la historia del boxeo de los pesos pesados, relató su experiencia de fumar esta sustancia cristalizada en las primeras semanas de 2019 en el Desierto de Sonora.
“¡Me la fumé y todo salió… ¡Boom! Mi cerebro funcionaba y podía hablar. Me maté a mí mismo y maté mi ego. Mi vida cambió totalmente”, aseguró el mítico pugilista.
Ciencia
En la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), se considera al sapo del Desierto de Sonora como una especie en la categoría “bajo preocupación menor”, en cuanto a su estado de conservación, pero un estudio académico de 2019 recomienda actualizar su clasificación “por las consideraciones éticas e impactos ecológicos de la explotación creciente de la secreción del sapo que contiene 5-MeO-DMT”.
En la Norma Oficial Mexicana 059 para la protección de especies de flora y fauna, el Bufo alvarius ni siquiera aparece.
El artículo del checo Miroslav Horák y los mexicanos Elizabeth Mateos y Alí Cortina, establece que los rituales organizados en el último tiempo son producto de una invención.
La secreción del Bufo alvarius no tiene propiedades medicinales confirmadas por ningún estudio estándar, así que no es posible considerarlo como un medicamento.
Se necesita una investigación de campo implementada a nivel internacional para profundizar el conocimiento sobre sus aportes.
“Ante esto, los usuarios deberían mantener una postura ética hacia este integrante del reino animal. Según nuestra opinión es obligatorio que la extracción de la secreción del sapo del Desierto de Sonora debe llevarse a cabo sin dañar al ejemplar.
“Bufo alvarius debería ser considerado como una especie en peligro crítico de extinción, ya que el número de los sapos está disminuyendo rápidamente debido a varios factores: calentamiento global, expansión de los asentamientos humanos que se apoderan del desierto natural, uso extensivo de pesticidas y otros usos químicos, especies introducidas que compiten por el hábitat y se aprovechan de los huevos del sapo, y ante todo la caza furtiva”, manifestaron el profesor de Estudios Culturales y los maestros en Historia y Ciencias Sociales.