Un grupo de más de 200 científicos publicó este lunes una carta en la que asegura que los estándares de distancia social frente a la pandemia de la COVID-19 son “insuficientes” y pide a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se tome más en serio la investigación sobre la transmisión aérea del virus.

La misiva, adelantada este fin de semana a los diarios The New York Times y The Washington Post y publicada hoy en la revista científica “Clinical Infectious Diseases”, pide a la comunidad médica y a los organismos internacionales reconocer los riesgos de transmisión de la COVID-19 más allá de dos metros establecidos como distancia de seguridad en la mayoría de países.

 “Hacemos un llamado a la comunidad médica y a las organizaciones internacionales y nacionales a reconocer el potencial de extensión aérea de la COVID-19”, apuntan los expertos, que señala específicamente a la OMS por no “reconocer la transmisión aérea” a excepción de en ciertos procedimientos en hospitales.

“Estudios por parte de los firmantes y otros científicos han demostrado más allá de cualquier duda razonable que los virus son liberados durante la espiración, hablando y tosiendo en microgotas lo suficientemente pequeñas como para que se mantengan en el aire y supongan un riesgo de exposición a distancia mayores de los 1 ó 2 metros”, señalan los 239 científicos signatarios.

Una gota viaja decenas de metros, alertan

La advertencia colectiva, liderada por la profesora Lidia Morawska, directora del Laboratorio de Calidad del Aire Internacional y Salud, asegura que “en velocidades interiores típicas, una gota de cinco micrones (un micrón es la millonésima parte de un metro) viaja decenas de metros”, con lo que cubre la totalidad de una habitación de dimensiones medias.

” alt=”” aria-hidden=”true” />Gráfico sobre la propagación del COVID en el aire.

Los científicos, que incluyen expertos en epidemiología, virología o física de fluídos, se basan en investigaciones sobre casos de “supercontagio” del virus SARS-CoV-1, responsable de la epidemia de SARS de 2003, pero también del SARS-CoV-2, causante de la actual pandemia de laCOVID-19 y responsable de más de medio millón de muertes en todo el mundo.

 “El problema es especialmente agudo en interiores o espacios cerrados, particularmente en aquellos con aglomeraciones y ventilación inadecuada relativa al número de ocupantes y por períodos de exposición extensos”, explican los expertos.

“Existe un significativo potencial de exposición por inhalación a los virus por gotas respiratorias microscópicas. Entender la transmisión de las enfermedades respiratorias infecciosas en lugares cerrados requiere a expertos en diferentes áreas de la ciencia y la ingeniería”, añaden.

El 30 de marzo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que el nuevo coronavirus COVID-19 no se puede transmitir por el aire o por material fecal, sino por el contacto con gotas respiratorias que pueden expulsar las personas infectadas.

No obstante, el 3 de abril, un funcionario de alto rango de la OMS dijo a periodistas que había alguna posibilidad de transmisión aérea del virus, que hasta ese momento había infectado a más de 1 millón de personas y había matado a más de 50 mil en todo el mundo.