Astrónomos aficionados, niños, adultos y hasta las mascotas tuvieron la suerte de observar en el cielo de Asia y África, en pleno solsticio de verano, un eclipse solar conocido como Anillo de Fuego, el cual sólo se produce una o dos veces al año.
En este tipo de eclipse, la Luna pasa por delante del Sol, en alineación con la Tierra y lo oculta parcialmente, pero deja visible un anillo del astro rey, conocido como Anillo de Fuego.
Comenzó poco después de la salida del Sol en el centro del continente africano, atravesando la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y el norte de Etiopía, avanzará hacia Asia y terminará en el Océano Pacífico, en el sur de la isla de Guam.
En Nairobi, la capital de Kenia, un poco al margen de la mejor visibilidad, pudieron observar un eclipse parcial. Las nubes taparon el momento preciso en que la Luna tenía que ocultar al Sol.
Pese a ello, “fue muy emocionante”, dijo Susan Murabana, fundadora con su marido del programa educativo “Travelling telescope” (el telescopio itinerante). “Me obsesionan los eclipses. Es una de las cosas que me llevó a interesarme por la astronomía”, afirmó.
Instalada con su telescopio en la azotea de un barrio residencial, la pareja compartió las imágenes del eclipse con decenas de personas, a través de Facebook y Zoom.
En circunstancias normales, seguramente habrían llevado a la gente cerca del lago Magadi, donde el cielo está más despejado que en Nairobi.
Pero debido a la pandemia de coronavirus, los desplazamientos para entrar y salir de la capital no están autorizados desde hace varias semanas.
Susan lamenta no haber podido hacer “lo de siempre”, pero está contenta de haber “compartido” esta experiencia en las redes sociales y promete “cazar otros” eclipses.
Sólo el 2 por ciento de la superficie de la Tierra está afectado por la fase total del eclipse, y es lo que lo convierte en un fenómeno excepcional.
Es menos espectacular que un eclipse total, donde el espacio que ocupa la Luna en el cielo corresponde exactamente al espacio que ocupa el Sol y provoca la noche, como fue el de Chile, Argentina y Uruguay en julio de 2019.
Cientos se reúnen en Taiwán
Cientos de observadores se reunieron en un espacio abierto en Chiayi, en el sur de Taiwán, uno de los lugares de Asia donde el eclipse anular fue visible.
“Tengo más de 50 años, así que es genial poder ver esto”, dijo un jubilado, Zhuang Yuhui, de 56 años, que viajó a Chiayi desde la cercana ciudad de Taichung. “Estoy más que emocionado.”
En Taipéi, algunos grupos de personas se reunieron para ver el eclipse a través de gafas tintadas y de sus teléfonos móviles mientras el cielo se oscurecía misteriosamente.
“Es un milagro astronómico”, dijo Elisa Chen, de 29 años.
Los eclipses de Sol en el solsticio de verano son raros. El último fue en junio de 2001, pero un eclipse de Anillo de Fuego que cae exactamente en pleno verano,ya sea en el hemisferio norte o sur, es aún más extraño.