La muerte de veinte militares indios en un choque fronterizo entre la India y China, el primer incidente de este tipo con víctimas en 45 años y en el que el gobierno indio aseguró además que “ambas partes sufrieron bajas”, elevó la tensión entre los dos gigantes asiáticos.
Nueva Delhi y Pekín habían tenido ya una escaramuza hace un mes y mantienen varios conflictos territoriales en sus casi 4 mil kilómetros de frontera con momentos de tensión en el pasado, uno de los más graves recientemente en 2017 en la zona de Doklam.
Violencia durante la desescalada
El “violento enfrentamiento” tuvo lugar en la noche del lunes en el valle de Galwan, situado en la región de Aksai Chin que forma parte de la frontera occidental común, informó el Ejército indio en un comunicado.
“17 soldados indios que resultaron gravemente heridos en el cumplimiento de su deber (…) y expuestos en ese terreno de gran altitud a temperaturas bajo cero han sucumbido a sus heridas, elevando el total de muertos en acción a 20”, aseguró el Ejército.
Antes las Fuerzas Armadas anunciaron la muerte de “un oficial y dos soldados” indios en los enfrentamientos.
El Ejército precisó que el choque tuvo lugar en un contexto de desescalada militar entre ambos gigantes asiáticos, como consecuencia de una breve pero “agresiva” escaramuza el pasado 10 de mayo en el fronterizo estado de Sikkim, en el norte de la India, durante las labores de patrulla sobre la línea que divide a ambas naciones.
A última hora de la tarde, tras repetidas especulaciones sobre la falta de reacción del Gobierno indio al incidente, el Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en el que acusó a China de provocar un choque en el que “ambas partes sufrieron bajas”.
“El enfrentamiento violento se produjo como resultado de un intento de la parte china de cambiar unilateralmente allí el status quo. Ambas partes sufrieron bajas que podrían haberse evitado si la parte china hubiera respetado escrupulosamente el acuerdo”, aseguró en el comunicado el portavoz de Exteriores indio, Anurag Srivastava.
A pesar de la escalada de tensión, el gobierno indio se mostró “convencido de la necesidad de mantener la paz y la tranquilidad en las zonas fronterizas y la resolución de las diferencias a través del diálogo”, aunque hasta un límite.
“También estamos firmemente comprometidos a garantizar la soberanía y la integridad territorial de la India”, avisó Srivastava.
China denuncia una violación de la frontera
China, por su parte, denunció una “sorprendente” violación de la Línea de Control Actual (LAC, en inglés), la frontera compartida entre ambos países.
“Nuestras tropas fronterizas mantuvieron una reunión de alto nivel y llegaron al consenso de relajar la situación en la frontera, pero sorprendentemente el 15 de junio las tropas indias violaron nuestro consenso y cruzaron la línea fronteriza en dos ocasiones”, afirmó en una rueda de prensa el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores Zhao Lijian.
Las tropas indias “atacaron a personal chino, lo que provocó un conflicto físico serio entre ambas partes”, según Pekín, que no informó de posibles bajas entres sus filas.
Lijian llamó a Nueva Delhi a respetar el proceso de desescalada y “regular estrictamente a sus tropas en primera línea” sin “causar problemas o tomar decisiones unilaterales que podrían complicar la situación”.
China también llamó a resolver la disputa a través del diálogo, una postura a la que ambas naciones se comprometieron hace dos semanas tras la escaramuza de mayo en Sikkim.
El peor choque en 45 años
La India y China vivieron en el pasado reciente choques por disputas territoriales, al reclamar Pekín el Arunachal Pradesh controlado por Nueva Delhi, que reclama a su vez el Aksai Chin administrado por el país vecino.
La crisis de 2017 afectó muy negativamente a las relaciones entre ambas potencias, lo que llevó incluso a China a acusar a la India de jugar “con fuego”. Pero aquel episodio no dejó víctimas mortales.
El analista indio especializado en defensa Sameer Patil, del centro investigador Gateway House, destacó a Efe la gravedad de la situación en la que es “una de las fronteras en disputa más pacíficas del mundo, si se compara por ejemplo con la India y Pakistán”.
“Hay que remontarse hasta 1975 para ver bajas en un choque fronterizo, aunque antes por supuesto tuvo lugar la guerra de 1962 (…). Desde entonces no habíamos visto este tipo de violencia”, concluyó Patil.