Los franceses verán a partir de este lunes cómo sus vidas se acercan más a las que tenían hace tres meses después de que el presidente, Emmanuel Macron, decidiera hoy pisar el acelerador en la desescalada de las medidas de protección contra el nuevo coronavirus.
“Vamos a recuperar en parte nuestro saber vivir, nuestro gusto por la libertad. Esto no significa que el virus haya desaparecido, habrá que respetar durante mucho tiempo aún las reglas de distancia física”, dijo Macron en un discurso a la nación donde marcó las pautas de la tercera fase de la desescalada.
El país, que se encuentra en la segunda fase de desconfinamiento desde el 2 de junio, con el territorio dividido en verde o naranja según la presencia del virus y con medidas más estrictas en las zonas más afectadas, pasará a partir de este lunes al verde en todo el territorio metropolitano y reabrirá sus fronteras con el resto de Europa.
A partir del 1 de julio, y según la situación sanitaria de cada país, abrirá también sus fronteras exteriores del Espacio Schengen.
Clases y restaurantes reinician con normalidad Los alumnos deberán volver a la escuela a partir del 22 de junio “de manera obligatoria y en condiciones normales” hasta final de curso, y se permiten de nuevo las visitas a las residencias de ancianos.
Los restaurantes y bares podrán reabrir mañana en todo el territorio, incluida la región parisina donde hasta hoy solo podían abrir sus terrazas Macron precisó que se mantiene la prohibición de grandes aglomeraciones, que estarán “muy limitadas” por ser “la principal ocasión de propagación del virus”.
“El verano de 2020 no será como los otros”, dijo, porque habrá que vigilar la evolución del virus y respetar “durante mucho tiempo aún” las medidas de seguridad, como el uso de mascarillas y el mantenimiento de las distancias físicas.
“La nueva etapa que se abre mañana va a permitir acelerar la recuperación. Cuento con ustedes para ello porque tenemos que impulsar nuestra economía por completo mientras seguimos protegiendo a los más débiles”, añadió.
Recuperar la economía, prioridad en la gestión de Macron Entre las debilidades que esta crisis ha puesto de manifiesto, según el presidente, están la dependencia de otros continentes sobre ciertos productos y las desigualdades sociales y territoriales, que habrá que corregir.
Arreglar esas brechas será la prioridad de los dos años que tiene por delante en el cargo, en los que habrá que construir “los empleos del mañana”, evitar al máximo los despidos y apostar por una reconstrucción ecológica que reconcilie producción y clima.
Macron defendió el plan de inversión europeo para hacer frente a la crisis económica desatada tras la sanitaria, e insistió en que la reconstrucción francesa se hará junto a Europa, para levantar un continente “más justo, fuerte y soberano”.
Es el combate que llevaré en vuestro nombre al Consejo Europeo de julio y en los dos próximos años”, dijo. Protestas contra el racismo, el pendiente La alocución era además una ocasión para apagar los fuegos desatados en el país por las protestas contra la violencia y el racismo policial, un motivo de crecientes tensiones entre poderes públicos y fuerzas del orden, que esta semana dijeron sentirse abandonadas por el gobierno.
“Sin orden republicano no hay ni seguridad ni libertad.Este orden, lo garantizan policías y gendarmes, expuestos a riesgos a diario en nuestro nombre. Por ello merecen el apoyo de los poderes públicos y el reconocimiento de la nación”, dijo y aseguró que el país será intolerante con el racismo pero esto no pasará por “reescribir el pasado”, que corre el riesgo de caer en el “comunitarismo” si se hace una reescritura falsa o rencorosa”.
“La República no borrará ninguna huella ni ningún nombre de su historia, no olvidará sus obras ni retirará sus estatuas. Debemos mirar juntos con lucidez toda nuestra historia, nuestra memoria”, aseguró. Avanzó también el lanzamiento de un plan de reorganización estatal que pasará por la descentralización para dar más responsabilidades a las colectividades locales, en un país fuertemente centralizado.
Este plan será precisado en julio en un nuevo discurso que presentará él mismo para lanzar las primeras acciones que, según la prensa gala, podría pasar también por cambios en la composición del ejecutivo y sus ministros.