El cierre económico de abril sacó a 12.5 millones de personas del mercado laboral, 10.4 millones de ellos se ocupaban de manera informal, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Todos los indicadores de empleo fueron trastocados derivado del freno en la movilidad que impuso la epidemia de Covid-19.
Cayó la proporción de personas que tienen un trabajo o buscan uno, lo hizo también la informalidad, incrementó la subocupación –ahora en ella se ocupan uno de cada cuatro trabajadores-, bajaron los ingresos y en menor medida creció el desempleo, reportó la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE).
“La instrucción más importante que recibimos como población durante el mes de abril fue ‘quédate en casa’. Nos quedamos en casa y eso es lo que estamos capturando”, explicó Julio Santaella, presidente de Inegi. En ese sentido, no descartó que datos similares para la fuerza laboral resulten en mayo.
En primer lugar, la población económicamente activa (PEA), es decir, quienes tienen un trabajo o buscan uno se derrumbó sin precedente. Cayó de 55.8 millones de trabajadores en marzo de 2020, a 43.3 millones en abril. Mientras que las personas que por el momento se han abstenido de trabajar o buscar un empleo pasó de 38.7 millones a 50.2 millones.
Ello implica que más de la mitad de la población en edad de participar de la fuerza laboral no lo está haciendo, a la espera de que se pase la contingencia sanitaria.
“No hay un precedente donde se haya modificado o invertido estas proporciones de la PEA. Históricamente es la primera vez que vemos este cambio”, detalló Edgar Vielma, director director general de Estadísticas Socioeconómicas de Inegi.
En gran parte, la baja está impulsada por el grado de informalidad en el país, de cada seis personas que salieron del mercado laboral en abril, cinco se ocupaban en la informalidad.
Aún con ello, al cierre de abril, 20.7 millones de personas se ocupan en la informalidad, 10.7 millones menos que en marzo, mientras en el sector formal se perdieron 2.1 millones de trabajos.
Este cambio implicó una también histórica baja en la tasa de informalidad. Ésta se ubicó en 47.7 por ciento de la PEA, pese a que se nunca se había encontrado por debajo del 50 por ciento en los registros del Inegi.
Mientras tanto, el desempleo pasó a afectar a 2.1 millones de trabajadores, ligeramente por arriba de los 1.7 millones de un mes atrás. Y esta tasa incrementó de 2.9 a 4.7 por ciento. Más allá de dicha cifra, es en el grupo de la población no económicamente activa y en la subocupación donde resaltan los impactos más importantes de la crisis económica derivada del Covid-19 en el mercado laboral.
En espera para trabajar, 20 millones
De acuerdo con la ETOE de abril, 20 millones de personas están desocupadas, no buscan trabajo por el momento, pero están disponibles para regresar al mercado laboral en cuánto termine la contingencia. En el detalle, 9.1 millones de ellos perdieron su empleo en marzo de 2020, 3.5 millones en abril, 5.8 millones antes de la pandemia y 1.7 millones no había tenido oportunidad de acceder a uno.
Por otro lado, también destaca el repunte en la subocupación. Pasó de 5.1 millones de personas en marzo de este año a 11 millones en abril. Medido como proporción de la PEA, incrementó de 9.1 por ciento a 25.4 por ciento, lo cuál exhibe que entre quienes están trabajando, uno de cada cuatro lo hace en esta condición.
Cuatro de cada 10 trabajadores viven con salario mínimo
“No sólo están trabajando menos horas, sino también perciben menores ingreso”, recalcó Vielma. De marzo a abril, la proporción de quienes reciben un salario mínimo pasó de 22 por ciento de los trabajadores a 41.3 por ciento. Hasta dos salarios mínimos lo hizo de de 36.2 a 31.4 por ciento. El de dos a tres salarios pasó de 16 por ciento a 8.3 por ciento; más de 3 salarios mínimos pasó de 10.3 a 4.8 por ciento.
A la par, la ETOE exhibió que la mayor pérdida de empleos se dio en los microenegocios, que pasaron de dar trabajo a 22.8 millones de personas en marzo a a 14.7 millones en abril; los pequeños establecimientos redujeron de 8.5 a 6.2 millones; los medianos de 5.5 a 5; los grandes de 5.1 a 3.8 millones. Mientras en gobierno incrementaron de 5.4 a 5.9 por ciento.
La ETOE es el instrumento emergente que diseñó Inegi para dar seguimiento a las condiciones del empleo en el país, mientras duren las restricciones de movilidad por la Covid-19.