Los guardianes del orden representan una décima parte de la estadística de contagiados por covid 19 en Sonora: 156 militares y 43 policías.
En el corte del 27 de mayo, la Secretaría de Salud (SS) estatal reportó mil 928 infectados y 156 defunciones. De esos casos, 166 pacientes se encuentran en hospitales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Marina Armada de México (Semar)
De acuerdo con la SS, en 72 días de cuarentena en Sonora, se contabilizan 156 militares enfermos y 43 policías estatales y municipales.
La mayor parte del personal militar enfermo –abundó– se encuentra en la Cuarta Zona Militar, a cargo del puesto en Querobabi.
Gerardo Álvarez Hernández, director de Prevención de Enfermedades, señaló que el brote entre elementos castrenses se incrementó repentinamente en los primeros 12 días de mayo.
Y hasta ahora las zonas militares más afectadas son: Hermosillo, San Luis Río Colorado, Nogales, Guaymas y el retén militar en Querobabi.
El también epidemiólogo estatal reconoció que los contagios en la milicia van a la baja por las medidas preventivas que se han tomado, y manifestó la dificultad de frenar estos brotes por la rotación permanente de su personal.
“Se han dado contagios en varios lugares y es difícil controlar el brote porque están rotando permanentemente”, destacó.
El retén carretero en Querobabi ha enfrentado múltiples momentos de crisis, sobre todo del 9 de abril en adelante, cuando se reveló un informe castrense que reconocía un “brote grave” en ese puesto militar.
“Los epidemiólogos que practicaron las pruebas se fueron para atrás al mirar las deplorables instalaciones en donde se atendía a los seis primeros enfermos”, describió una doctora adscrita de manera temporal a Querobabi y quien compartió sus hallazgos médicos.
Pese a la exposición de hechos, el general de la Cuarta Zona Militar, Cruz Isaac Muñoz Navarro, rechazó que existiera tal brote y no quiso darle atención.
Sin embargo, los enfermos fueron evacuados del retén en Querobabi con el diagnóstico de “neumonía” y uno de ellos “con dificultades para respirar”.
Luego de que las autoridades militares se negaron a admitir el brote entre sus filas, la opacidad militar quedó registrada en la denuncia 054/2020 de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, donde se señala que el general de la Cuarta Zona Militar, Cruz Isaac Muñoz Navarro, cometió presunto abuso de poder al esconder información oficial sobre los casos.
La queja en poder de Apro acusa que los militares infectados ya no son recibidos por los hospitales militares y son enviados a nosocomios públicos.
La denunciante, quien pidió el anonimato, argumentó que interpuso el recurso ante la CEDH porque uno de sus familiares (militar en activo) fue trasladado al hospital general del estado, y rechazado para su ingreso a cualquiera de los hospitales militares.
“Es inhumano lo que hacen con los soldados, y ellos para no perder su rango o puesto no denuncian”, profundizó la entrevistada.
Por otra parte, la mañana del lunes 25 se reportó que el comisario general de Hermosillo, Gilberto Landeros Briseño, dio positivo a covid-19.
El propio jefe de seguridad lo informó a través de las redes sociales de la policía hermosillense.
“Muchas gracias por el apoyo de un gran número de funcionarios públicos y amigos que me han apoyado al saber que resulté positivo al covid-19”, expresó el mando policiaco en un tuit.
Añadió: “Este hecho me motiva a seguir trabajando con mayor empeño desde mi domicilio”.
En tanto, 12 elementos de Policía Preventiva de la delegación de Quetchehueca fueron aislados por 14 días, debido a que un agente de esa demarcación murió víctima de covid-19.
Los informes oficiales señalan que se trata de 11 agentes y el comandante Luis Borbón Torres. La medida fue dispuesta por el secretario de Seguridad Pública, Francisco Cano Castro, y el jefe de la Policía Preventiva, Eliud Vargas Flores.
Este último resaltó que el confinamiento se instrumentó para descartar que los agentes estén infectados y evitar que se propague el virus en la corporación.