Los manifestantes inconformes con los gobiernos de Irak, Hong Kong y Ecuador han regresado a las calles a pesar de que en estos países aún están vigentes confinamiento para impedir la propagación del nuevo coronavirus.La pandemia de COVID-19 fue un respiro para kas autoridades de estos territorios, que se vieron asediados por las protestas a finales del año pasado. Sin embargo, problemas como la falta de apertura democrática y la mala distribución de los recursos permanecieron latentes.

La tensión reaparece en Hong Kong

La policía de Hong Kong anuncio este lunes la detención de 230 personas, entre ellas un niño de 12 años, durante el fin de semana, en las primeras protestas políticas en el territorio desde que empezó la pandemia de coronavirus.

La jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, favorable al poder de Beijing, prometió este lunes una reforma educativa porque considera que el sistema actual contribuye a alimentar el movimiento prodemocracia, que el año pasado sacudió este territorio chino.

“En lo que concierne la manera, en el futuro, de abordar las clases de ‘liberal studies’ [una clase de cultura general para desarrollar el espíritu crítico] vamos a clarificar las cosas antes de que termine el año”, declaró en una entrevista publicada el lunes por el periódico Ta Kung Pao, favorable a Beijing.

El domingo, dos días después de que se levantara entre otras la prohibición de reunirse por el coronavirus, la policía antidisturbios dispersó a los manifestantes que se juntaron en varios centros comerciales del distrito de Mong Kok, usando gas pimienta y porras.

Según los responsables hospitalarios, 18 personas resultaron heridas.

En medio de nuevas tensiones políticas, las declaraciones de Lam podrían suscitar la cólera de los militantes prodemocracia de Hong Kong, que temen que Beijing reduzca las libertades que tiene el territorio.