El gobierno mexicano tiene capacidad y las herramientas necesarias para implementar un plan de apoyo a los empleos y las empresas del país para que puedan limitar los impactos de la crisis económica que generará el coronavirus.
Para ello, representantes del Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) compartieron recomendaciones en la mesa de trabajo “Protección del empleo y del ingreso de las familias”, organizada este miércoles por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
“Se ha hablado mucho de las medidas de liquidez, que obviamente se da a través de créditos, aplazamiento de algunos impuestos por meses, pero hay medidas que tienen una conexión más directa a la protección del empleo aplicadas en muchas partes del mundo porque tuvieron éxito en la crisis de 2009”, explicó Pablo Saavedra, director de País para México del BM.
La primera medida es el tema de subsidio a los salarios, es decir que las empresas reciban recursos directos del gobierno para pagar a sus trabajadores -por ejemplo entre 1 a 2 salarios mínimos- con la condición de que proteja sus empleos, explicó en su presentación.
La segunda se refiere a la reducción temporal de la carga horaria de trabajo o del sueldo, lo que requiere ciertos cambios temporales en las leyes, esta medida debe estar focalizada y su costo fiscal es reducido, añadió el representante del Banco Mundial.
“Sabemos que México tiene espacio fiscal limitado, pero sabemos que el espacio fiscal es suficiente para poder encaminar este tipo de medidas”, dijo Saavedra.
Por su parte, Tomás Bermúdez, representante del BID en México, explicó que el impacto económico será más fuerte en comparación con otras naciones por factores particulares como la informalidad; la fuerte conexión con las cadenas internacionales de valor, especialmente las de China y Estados Unidos; las remesas y el turismo.
“Son necesarias medidas como seguro de desempleo, protección de ingresos, diferimiento de cuotas obrero-patronales y cuotas de seguridad social, incluso subsidios. Hay medidas estructurales para las personas que están perdiendo empleo en el sector informal, en México esto es importante y difícil porque se debe identificar quiénes están perdiendo ingresos en la informalidad”, dijo Bermúdez.
Añadió que los sectores más afectados como turismo, restaurantero, de entretenimiento, o automotriz necesitarán planes detallados para su recuperación.
“Una vez que pase la tormenta, lo que permitirá rebotar a la economía es la protección a la cadena productiva, propósito de los préstamos para pymes anunciados por BID Invest y el Consejo Mexicano de Negocios esta semana, el objetivo es que cuando estemos listos, tengamos con qué arrancar; empleos, fábricas, suministros”, comentó el representante del BID.
Desempleo mundial
Helmut Schwarzer, de la OIT, compartió que para el primer trimestre el Organismo estima una reducción de 305 millones de empleos formales en el mundo y cerca de 1,600 millones en el sector informal.
La OIT recomienda a los países emprender acciones para estimular la economía y empleo a nivel agregado con una política fiscal activa y una política monetaria que mantenga el nivel económico.
“También es vital el apoyo a las empresas, empleo e ingresos. Protección en materia de salud y seguridad en el trabajo, además de buscar a través de negociaciones a nivel social y político soluciones adapatadas a la realidad de cada país”, dijo Helmut Schwarzer.
Datos de la OCDE refieren que alrededor del mundo el 30% de las economías que pertenecen a este organismo pararon actividades para evitar la propagación del virus, y que por cada mes de confinamiento el PIB mundial cae 2%.
“Al ser una crisis global, sincronizada, se ha visto una serie de medidas en países miembros relacionadas con la facilitación del apoyo a empresas, a empresarios, a empleados y al pago de salarios; a la inversión pública que se ha vuelto totalmente necesaria, las medidas fiscales de los países miembro suman 5 trillones de dólares, incluyendo a México”, dijo Gabriela Ramos, directora OCDE y Sherpa.
Advirtió que las medidas requerirán de déficits públicos, los cuales serán reportados por la mayorías de los países, pues el objetivo es reducir el impacto económico.
“Debemos contar con las conclusiones necesarias para mejorar los servicios públicos, y llamar al empresariado para que pueda apoyar en la reconstrucción de los países, trabajar en mejorar los sistemas de salud, el apoyo a la educación, y las competencias de los trabajadores”, culminó la representante de la OCDE.