WASHINGTON – El presidente Donald Trump firmó este miércoles la proclamación ejecutiva para suspender la inmigración a los Estados Unidos por 60 días y que afecta las nuevas solicitudes de residencia permanente.
Con esta orden, Trump busca garantizar que estadounidenses que han perdido sus empleos por la crisis de la pandemia del coronavirus “sean los primeros en la fila” en recuperar sus trabajos, lo que impulsará a “recuperar la economía del país”.
“Pausando la inmigración, ayudaremos a que los estadounidenses desempleados sean los primeros en la búsqueda de empleos mientras Estados Unidos reabre. Sería incorrecto e injusto que los estadounidenses despedidos fuesen reemplazados por inmigrantes llegados desde el extranjero”, dijo Trump en la rueda de prensa diaria del grupo de trabajo de la Casa Blanca de COVID-19.
“Tenemos el solemne deber de asegurar que estos estadounidenses desempleados recuperan sus trabajos y sus sustentos”, agregó.
Con esta orden se suspende por 60 días la emisión de residencias permanentes y de otro tipo de visados. No se descarta que pueda ser ampliada luego de este plazo.
Según la proclamación firmada este miércoles, la norma tiene como excepción a extranjeros que buscan emigrar como médicos, enfermeros u otros profesionales de la salud, inversionistas inmigrantes con visa EB-5 y cónyuges e hijos menores de 21 años de ciudadanos estadounidenses.
Tampoco aplicará a cualquier miembro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, sus cónyugues e hijos, aquellos que tienen Visa de Inmigrante Especial en las categorías SI o SQ y extranjeros cuya entrada sea considerada de interés nacional.
Las medidas de confinamiento contra el coronavirus han destruido 22 millones de empleos en todo el país en un periodo de cuatro semanas, según datos del Departamento de Trabajo, una cifra sin precedentes en las anteriores crisis.
El presidente detalló en la conferencia de prensa que la suspensión se hará efectiva tras la firma el miércoles. También dijo que la extensión o no de la orden dependerá de las “condiciones económicas”.
Cada año el Gobierno de EEUU emite más de un millón de permisos de residencia permanente para ciudadanos extranjeros, entre ellos unos 50,000 por sorteo a través de un programa de diversidad que Trump ha tenido entre ceja y ceja desde que llegó al poder.
Desde el inicio de la pandemia, el la administración de Trump ha cerrado las fronteras terrestres con Canadá y México, a la vez que el tráfico aéreo internacional está suspendido en la práctica, y los consulados y embajadas han limitado sus servicios de visados.
Además, EEUU ha suspendido leyes migratorias y deporta de inmediato a México a todos los solicitantes de asilo y los inmigrantes sin papeles que cruzan su frontera, por lo que el Gobierno está utilizando desde hace semanas la pandemia para endurecer su política migratoria.