Por: Jesús Villegas Gastélum*

Un sonido hueco y con mucho eco, literalmente como tambo vacío, así suena el futuro de los ingresos públicos en México provenientes de las ventas internacionales de petróleo.

La caída histórica de este lunes de los precios internacionales del barril de petróleo que cerraron la jornada en precios negativos por barril, plantea un escenario aún más complicado para México, si es que cabe, para los próximos meses.

Olvidémonos por un minuto de la incuestionable inviabilidad del Proyecto Dos Bocas y del resto de los proyectos de refinación de AMLO. El seguirá insistiendo con ellos SI porque SI, y punto, no hay vuelta atrás, simplemente porque así es él y ya todos lo sabíamos.

Pero dejando esto atrás la que nunca miente y es más terca que nadie es la realidad, y en el mundo real de los ingresos aproximadamente 15% del gasto público total del gobierno de México sale de los ingresos petroleros.

Si el Presupuesto de Egresos Federal para 2020 es de 6 billones 107,732.4 millones de pesos, el solo imaginar quitarle un 5, 10 o 15% a ese monto nos da una idea del tamaño del problema y el porqué tanto eco en los barriles cada vez más vacíos de nuestro país.

Obvia decir que cada reducción en los ingresos petroleros afecta todo el aparato público y a toda la economía en general, se afectan programas sociales, operatividad en materia de salud, educación, seguridad, combate a la pobreza, etc, etc, y ante menos inversión pública todavía menos inversión privada nacional y extranjera.

Si bien existen las coberturas petroleras, que este año le costaron a nuestro país más de $1,000 MDD para garantizar un precio de $49 dólares por barril, haga su cálculo de a qué precio coherente se pudiera proyectar el precio de barril para el próximo año y en cuánto podría salir el costo de la cobertura. Suena viable esta mezcla ?

Obvio esta coyuntura también pudiera representar el último clavo al ataúd de Pemex, la otrora “empresa” orgullo nacional hoy convertida no solo en la petrolera más endeudada del mundo sino en un meme permanente de humor negro que nos “troleó” con una expectativa inicial de que por fin fuera manejada como una empresa real con CEO y Consejeros de clase mundial, para al final terminar siendo administrada como changarro rural solo esperanzado en recibir “Tandas de Bienestar”.

Pero como eterno optimista a pesar de la tormenta en ciernes, la “penúltima bola” que todavía pudiera quedarle a este gobierno de la 4T sería retomar las rondas petroleras (“farm outs”), aunque en el actual mercado ya muy contagiado del virus del miedo probablemente ya no sería el mejor “timing” ni pudieran ya generar el gran apetito de inversionistas como el de hace tan solo pocos meses. Por algo dicen que hay trenes que pasan una sola vez pero en Ave. Marina Nacional #329 piensan que es un microbus que pasa todos los días.

El eco suena cada vez más fuerte.

 

* Jesus Villegas Gastélum es emprendedor y profesionista sonorense con estudios en Administración de Empresas por el ITESM y Maestria en Finanzas en la UNAM, entre otros.