Sao Paulo.- El Gobierno de Brasil vinculó este martes el aumento del 51 % de la deforestación en la Amazonía durante el primer trimestre del año a que “todos los esfuerzos” están ahora centrados en combatir la pandemia del nuevo coronavirus.
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, quien dirige el Consejo Nacional de la Amazonía, un órgano destinado a preservar la región, explicó en una videoconferencia con el diario Estado de Sao Paulo que los madereros ilegales están “aprovechándose” de la crisis sanitaria para continuar con sus actividades.
La llegada del nuevo coronavirus a Brasil, donde se registró el primer caso el pasado 26 de febrero, ha provocado un descenso en las acciones de fiscalización contra la deforestación, debido a las medidas de aislamiento adoptadas en muchos de los nueve estados de la cuenca amazónica, así como en el resto del país.
La deforestación en la Amazonía brasileña en el primer trimestre de 2020 fue la mayor registrada en los últimos cinco años y aumentó en un 51,4 % con respecto al mismo periodo de 2019.
Según las estimativas publicadas recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), entre enero y marzo de este año la Amazonía brasileña perdió 796,08 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, frente a los 525,63 kilómetros cuadrados desforestados hace un año.
De esta forma, la tendencia de destrucción de la región amazónica sigue al alza, pues ya el año pasado la deforestación creció un 85 % hasta los 9.165,6 kilómetros cuadrados, su mayor nivel desde 2016.
Los resultados corresponden a una proyección provisional que realiza el INPE con base en un sistema de alertas a partir del análisis de imágenes de satélite.
Las organizaciones de la sociedad civil culpan de ese incremento de la tala de árboles al discurso “antiecologista” del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonía y poner fin a la demarcación de nuevas tierras indígenas.
No obstante, Mourao señaló que la semana pasada se instauró un “gabinete de gestión de crisis” en el que participan los ministerios de Defensa, Justicia y Medioambiente, entre otros, con objeto de elaborar un plan que incluirá “acciones represivas” contra la deforestación.
“Este viernes presentaremos el plan y a partir de ahí se lo llevaremos al presidente (Jair Bolsonaro) para que decida la línea de acción que debe ser adoptada”, explicó.
El vicepresidente prevé que, a partir de ese programa, Brasil “aumentará su capacidad de represión” contra los crímenes en la Amazonía, “a pesar de todas las dificultades de recursos económicos, que ahora están destinados para el coronavirus”.
Según el último balance del Ministerio de Salud, Brasil registra 1.328 muertes y 23.430 casos confirmados de COVID-19.
La situación sanitaria de algunos estados, como los de la región amazónica, preocupa a las autoridades brasileñas por la falta de profesionales, hospitales y equipamientos para tratar a posibles pacientes contagiados con la enfermedad.