El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que estudia liberar a algunos migrantes considerados como población de riesgo que tiene bajo su custodia a causa del coronavirus COVID-19.
El anuncio llega mientras este martes creció a 19 el número de casos confirmados de COVID-19 de migrantes en instalaciones del ICE tan distantes entre ellas como en Michigan, Arizona, Nueva Jersey o Pensilvania.
El Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE) dijo en un comunicado que a 30 de marzo había identificado a unos 600 migrantes en situación de vulnerabilidad y que 160 ya fueron liberados por ese motivo.
Unos 35 mil migrantes están bajo la custodia del ICE, según datos de la Unión Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU ,en inglés).
La agencia estudia dejar en libertad o dar una alternativa a la detención a las personas bajo su custodia mayores de 60 años y a mujeres embarazadas.
“Debido a la naturaleza sin precedentes del nuevo coronavirus 2019 (COVID-19), el ICE está revisando casos de personas detenidas que pueden ser vulnerables al virus“, apuntó en su comunicado la agencia migratoria.
“La agencia -añadió- ha dado instrucciones a sus oficinas para que evalúen y consideren más a fondo la liberación de ciertas personas que se consideran con mayor riesgo de exposición, de acuerdo con las pautas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)”.
Además, el ICE informó que “se están realizando esfuerzos para identificar a otras personas que pueden ser más vulnerables al COVID-19, en función de los factores de riesgo identificados por los CDC, además de la edad y el embarazo”.
La ACLU, por su lado, dijo que con su decisión el ICE “reconoce (…) que la detención de migrantes es una sentencia de muerte para las personas que están en alto riesgo debido a la edad o condiciones médicas subyacentes”.
Esta organización había interpuesto demandas en 13 estados del país para lograr la liberación de migrantes por riesgo al coronavirus y logrado que al menos 30 queden libres.
“Los expertos en salud pública han dejado claro que necesitamos ver reducciones drásticas de las 35 mil personas detenidas; muchos más de 600 deben ser liberados para mitigar significativamente la propagación de COVID-19 y evitar una crisis humanitaria“, añadió la organización.