La Delegación Mexicana ante las Organización de Naciones Unidas, que encabeza el embajador Juan Ramón de la Fuente, envió un proyecto de resolución a los otros 192 Estados Miembros de la ONU con una nota conceptual en la que se señala que, en la reunión virtual del G20 celebrada la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó la posibilidad de que la organización internacional asumiera un papel activo para garantizar el acceso a medicamentos y equipos médicos a través de una cooperación internacional efectiva y solidaria.
A través de un comunicado, la delegación refirió que en la nota, el secretario general de la ONU, António Guterres, reveló un importante documento sobre Responsabilidad Compartida y la Solidaridad Global para poder hacer frente a la pandemia.
“Ambos planteamientos no solo son compatibles sino complementarios. Son tiempos para actuar con solidaridad y evitar prácticas monopólicas o especulativas que aumentan costos y retrasen la recuperación de la población mundial”, refirió el comunicado.
La iniciativa mexicana, coordinada por el canciller Marcelo Ebrard, fortalece el mandato para que el secretario general de las Naciones Unidas coordine a todas las agencias del sistema involucradas, en consulta con la Organización Mundial de la Salud (OMS), de conformidad con la Agenda 2030 y en línea con los acuerdos convenidos por los Jefes de Estado y de Gobierno del G20.
El proyecto propone que haya acceso efectivo a medicinas, pruebas diagnósticas y vacunas, que ya vienen en camino, así como al equipo médico que se requiere para enfrentar la pandemia del COVID-19.
Los gobiernos y el sector privado deben, de acuerdo con la propuesta, trabajar en conjunto para acelerar la investigación y el desarrollo de tecnologías, a fin de compartir los beneficios que traerán los nuevos medicamentos antivirales y las vacunas que se están desarrollando.
Con esta propuesta, se trata de evitar el acaparamiento de insumos y que el beneficio sea para todos los que lo necesiten, bajo principios estrictos de una justa distribución, eficacia, seguridad, equidad y asequibilidad.
El trabajo técnico y diplomático realizado por el equipo de la Misión de México en Nueva York despertó interés y generado simpatías en la comunidad internacional.
Se espera que el proyecto de resolución sea copatrocinado por otros países en el curso de los próximos días y sometido a la consideración formal de la Asamblea General la próxima semana.
La Asamblea General de la ONU funciona virtualmente casi desde el principio de la contingencia, pero no por ello dejó de adoptar resoluciones. Lo mismo ocurrió con el Consejo de Seguridad y el Consejo Económico y Social.
La propuesta de México reconoció un grave problema global de salud pública que requiere respuestas globales las cuales, a su vez, apoyen a los países en sus estrategias nacionales.