Tras casi cinco horas de reunión, el presidente Andrés Manuel López Obrador y líderes del sector empresarial acordaron un plan de recuperación económica escalonado que incluye desde abrir créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) a través de Nacional Financiera y, a partir de mayo, la posibilidad de un beneficio fiscal para las todas las empresas, pues la crisis económica a causa de la pandemia del coronavirus podría generar el cierre de millón 170,000 compañías y generar una caída de 4 % del PIB.
Minutos antes de las 14:00 horas llegaron por la calle de Corregidora el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar; el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera; el presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle, y de la Concamin, Francisco Cervantes.
Al salir de la reunión, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, informó que el presidente les ofreció mantenerse en dialogo permanente, por lo que pasando Semana Santa se volverán a reunir y que será el próximo domingo cuando presente su plan de reactivación económica.
“Lo que más nos interesa es el empleo, el problema de los créditos que tengan las pequeñas empresas ya la banca privada dio una solución, el problema de tener nosotros la demanda está totalmente deprimida y ahí no hay ingreso, casi todas las empresas que tienen rentas están tratando de negociar sus rentas con sus renteros y bueno lo que trataremos es hacer exactamente es eso”, destacó.
Explicó que, aunque al sector empresarial le hubiera gustado salir con acuerdos que les dieran certidumbre por lo menos durante los próximos tres meses, sin embargo, el arreglo fue ir poco a poco.
¿Se acordaron compromisos fiscales?, se le preguntó, a lo que respondió: “En el mes de abril, no, pero se va a evaluar si para el mes de mayo o junio se tendría que hacer alguna situación de un compromiso fiscal”.
Por su parte, el presidente de la Concamin, Francisco Cervantes, explicó que la preocupación son las micro, pequeñas y medianas empresas porque éstas generan el 90% de los empleos, y dijo que a causa de la pandemia del COVID-19 y desaceleración económica se prevé el cierre de hasta un millón 170,000 empresas.
“Las grandes empresas no vamos a tener apoyos de ninguna manera fiscales al menos ahorita durante abril, él (presidente) nos pide que mantengamos los empleos lo más que se pueda y además cada empresa lo hará a su manera”, destacó.
Refirió que el presidente López Obrador se mostró receptivo y muy cordial y que los objetivos abordados fueron salud, empleo y apoyo a mipymes.
La comida, que inició a las 14:00 horas y concluyó al filo de las 19:00 horas, incluyó agua de Jamaica, sopa de flor de calabaza y carne a la mexicana.
La reunión se da luego de que el presidente López Obrador ha asegurado que pese a los efectos de la crisis económica por el COVID-19, su gobierno no realizará condonaciones de impuestos como medida para reactivar la economía y a dos días de que el mandatario federal ofrezca un mensaje en el que presentará su plan que incluye propuestas de salud, economía y empleo.
Los líderes empresariales solicitaron al mandatario federal una disminución del 5% de ISR, sin embargo, el pasado miércoles en su conferencia matutina aclaró que no podía atender esta demanda porque de otra manera no obtendría los recursos necesarios para los programas sociales.
En ese sentido, Javier Treviño, director de política públicas del CCE adelantó esta tarde algunos de los planteamientos que se presentarán al titular del Ejecutivo federal como esta disminución del 5% de ISR, así com que el gobierno pague los pendientes que tienen con sus proveedores, además de créditos de la Banca de Desarrollo para micro, pequeños y medianos empresarios.
Durante su participación, en el Taller virtual “Respuesta a la emergencia económica”, de la organización Pensando en México, Treviño Cantú dijo que es “peligroso” comparar el apoyo a empresarios con rescate e insistió en que no se está planteando, en ningún momento, la condonación de impuestos, pero sí el diferimiento de pagos de las empresas hasta 90 días sin cargo de intereses.
“Estamos corriendo un riesgo enorme cuando los dirigentes del país razonan por analogías -y analogías de peligrosas- que no van a rescatar empresas que no hay otro Fobaproa. No se dimensiona el impacto que puede tener esta crisis para la próxima generación y el riesgo que estamos corriendo”, dijo.
“Se necesita una prórroga para la declaración anual. Ha habido problemas con las plataformas informáticas del SAT”, mencionó.
Roberto Vélez, Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), dijo que el distanciamiento social no es suficiente para achatar la curva de la propagación del virus.
“Sabemos que esto no va a ser suficiente, en términos de la capacidad del sistema de salud. Que de por sí es limitada y no va a ser factible, para muchas de las familias –y el gobierno federal lo ha reconocido así, porque más del 50% de la población vive al día- y entonces no todos estamos en la posición de poder elegir el distanciamiento social, de poder asumir y tomar como buena la recomendación del gobierno”, comentó.
Vélez explicó que si la gente no puede elegir quedarse en sus casas, se tienen que generar apoyos temporales.
¿Qué más piden los empresarios?
- Acelerar todos los pagos pendientes que tienen CFE y Pemex para aligerar la situación de las empresas y facilitar las inversiones.
- Pago de pasivos a proveedores en cualquier de los tres gobiernos, el federal, estatal o municipal
- Apresurar las devoluciones pendientes del IVA a las empresas y que permitan la compensación con otros impuestos.
- Se propone también que se permita la deducción al 100 por ciento de las prestaciones obligatorias que corresponden a aguinaldos, prima vacacional.
Durante el Foro, expertos coincidieron en que proyectos como el Tren Maya o la nueva refinería de Dos Bocas, tendrían que suspenderse para inyectarle más dinero a los estados para enfrentar la crisis del coronavirus.
Las cifras de ventas de combustibles y de refinación de productos de Pemex mostraron una caída en febrero, y se estima que el índice de utilización de las refinerías ronda el 30% de la capacidad total del sistema.
“Dos Bocas o el Tren Maya pueden no cancelarse. Es una cuestión política. Pero sí suspenderlos y que, mientras, esos recursos se dispersen a los estados vía Ramo 33 para proyectos de infraestructura que operan rápido”, opinó Héctor Villareal, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).