WASHINGTON — Un grupo defensor de la libertad de armas celebró este sábado que el gobierno de Donald Trump hubiera designado la industria de armas de fuego, incluidos comercios, como parte de la infraestructura esencial del país durante la emergencia provocada por el coronavirus.

La designación por la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad tenía categoría jurídica de recomendación. La agencia señaló que la inclusión en su lista no afectaba a decisiones de jurisdicciones concretas sobre lo que se consideraban sectores críticos de la infraestructura.

El sector de armas de fuego no formaba parte de la lista original que publicó la agencia federal hace más de una semana. Su incorporación en una versión actualizada el sábado seguía a una batalla legal entre grupos defensores de la libertad de armas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y las autoridades californianas.

El grupo Propietarios de Armas de Estados Unidos indicó en un comunicado el sábado que se sentía alentado porque el gobierno de Trump no ignorase lo que describió como “la capacidad de protegerse a uno mismo” durante la emergencia desatada por la pandemia.

Los grupos a favor de la libertad de armas emprendieron acciones legales el viernes después de que el jefe de policía del condado de Los Ángeles cerrase las tiendas de armas, siguiendo a una decisión del gobernador de California, Gavin Newsom, de que cada uno de los 58 condados del estado podía decidir si incluía los establecimientos de armas de fuego entre los negocios no esenciales que debían cerrar dentro de las medidas del estado para frenar los contagios.

La demanda alegaba que considerarlos negocios no esenciales violaba la Segunda Enmienda de la Constitución, mientras que las autoridades defendían que se trataba de una cuestión de salud pública.