Por: Laura Sánchez Ley | Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI)
Hasta este viernes, entre Tijuana y San Diego todos los días iban y venían más de 35 mil personas. El condado estadounidense tiene 105 casos confirmados de COVID-19 mientras su vecina apenas registró hoy el primero. A la espera de explicaciones sobre por qué en la ciudad mexicana no hay más contagios, los residentes transfronterizos viven con doble miedo: sienten que pueden contraer la enfermedad en cualquiera de los lados de línea fronteriza.
Mónica Ibarra Hernández vive en Tijuana porque la renta es más barata, pero todos los días se levanta a las 5 de la mañana para formarse en la línea internacional de San Ysidro para trabajar como cajera en un banco en San Diego, Estados Unidos.
La rutina ya era desgastante: se levantaba corriendo y se formaba en la “línea”, como le llaman, y ahí esperaba hasta dos horas para cruzar y después acomodarse en la ventanilla del banco a las 8 de la mañana. Pero desde que se registró en febrero el primer caso de coronavirus en San Diego la rutina ha cambiado y su estado de ánimo también: se ha vuelto doblemente paranoica.
Ahora cuando cruza los agentes de migración le toman con una pistola la temperatura, preguntan si no ha salido del país y la observan con detenimiento para ver si tose o estornuda. Aunque el verdadero problema es cuando llega al banco y la gente la mira con desconfianza porque viene de México.
“Porque pues estás viniendo de Tijuana y México tiene los niveles de prevención más bajos que Estados Unidos, entonces todos los americanos tienen miedo de que nosotros vayamos a infectarlos y eso a ti también te hace sentir pánico”, cuenta.
Ella también teme que la contagien de coronavirus en el banco en San Diego, pero hay que seguir trabajando, dice resignada. “No sabes de dónde vienen las personas, te da miedo hasta agarrarles el dinero”.
Ibarra, de 31 años, regresa a Tijuana y siente aún más pánico porque se da cuenta que las personas no toman en serio el coronavirus.
“Necesitas ir al mercado y la gente no tiene cuidado, tosen, tocan todo. El gobierno no hace nada. Estás con toda la paranoia y no es como que cruzas a Tijuana y ya te la quitas de encima porque hay mucho menos cuidado. Miedo en un lado y en otro”, dice.
Ibarra vive en Tijuana —San Diego, donde unas 35 mil personas viven de un lado de la frontera y trabajan o estudian del otro, la ciudad estadounidense tiene 105 personas contagiadas de coronavirus y está prácticamente cerrada, mientras su vecina mexicana apenas registró hoy el primero y recién el miércoles cancelaron las clases.
Además de los 35 mil llamados transfronterizos, esa frontera tiene un tráfico diario de otras 80 mil personas y la garita más congestionada del mundo. Tijuana es una ciudad de 1.6 millones de habitantes y el condado de San Diego tiene 3.2 millones. Pero mientras en San Diego hay 105 casos de COVID-19, y 675 en todo el estado de California, en Baja California hay cinco casos registrados, 4 en Mexicali, y uno en Tijuana ¿Será que el muro fronterizo impide los contagios?
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