Javier lloró cuando le dijo a los policías municipales que su esposa Maribel se había suicidado. No era cierto, él la mató y fue su hijastra, Nuria, quien le contó a su hermano en lenguaje de señas que era su culpa, pues su padrastro había matado a su madre porque ella se comió su torta.
Ayer, Javier “N”, el presunto feminicida, fue presentado ante el Juez de control. Su detención fue calificada de legal y, posteriormente, los agentes de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) le imputaron el delito de feminicidio. Javier se reservó el derecho a declarar y pidió que su vinculación a proceso se resolviera en las próximas 144 horas, tiempo en el que sus defensores particulares pueden buscar pruebas a su favor.
Mientras tanto, por el delito que se le atribuye, el Juez de control impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, por lo que fue enviado al penal de San Pedro Cholula.
Durante la audiencia celebrada en la sala número 3 de la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, los agentes del Ministerio Público leyeron la declaración que Nuria, de 19 años, hizo antes las autoridades. Debido a que la joven es sordomuda, tuvo que ser apoyada por una tía y un perito en lenguaje de señas. Ella, fue la única testigo de lo ocurrido.
Nuria comentó que su mamá y Javier estaban juntos desde “hace cuatro o cinco años”. El domingo 8 de marzo, aproximadamente a las 15:00 horas, en su casa ubicada sobre la calle Colmerar 6 A, esquina con La Raza, en la Sección 11 del fraccionamiento Misiones de San Francisco, ubicado en San Francisco Ocotlán, en el municipio de Coronango, estaban su mamá, Javier -a quien llamaba “papá”-, un vecino y amigo del imputado, identificado como Sebastián.
Los tres salieron por un momento del domicilio, pero instantes después solo regresaron Javier y Sebastián con latas de cerveza. Cuarenta minutos después, Sebastián se retiró y Javier se fue a dormir. En ese momento, Nuria salió de su cuarto para comer.
Mientras la joven comía, Javier despertó y al ver que ella se comía su torta, se molestó y de inmediato salió a buscar a Maribel, de 39 años.
“Yo la dejé y me fui a mi cuarto”, narró la hija de la víctima.
Aproximadamente a las 16:00 horas, Maribel y Javier llegaron a la vivienda. Nuria notó que ambos estaban molestos, así que esperó en su cuarto y aunque cerró la puerta, esta no tenía chapa, por lo que pudo observar que sus papás discutían.
La pelea subió de tono y Nuria vio que ambos se jalaban del cabello: “tenía miedo, pero salí del cuarto y los intenté separar”.
Maribel, según lo declarado por su propia hija, le dio una bofetada y le dijo “por tu culpa estamos peleando”.
La pelea entre Javier y Maribel siguió hasta que ambos terminaron en el suelo. La joven nuevamente los intentó separar y con señas les dijo que se calmaran. La pareja se separó y Nuria, bajó la orden de su mamá, se fue a su cuarto.
“Vi cómo Javier golpeaba varias veces la puerta. Mi mamá se salió del cuarto y se fue al área del tendedero. Después de 20 minutos, me asomé a la ventana y la vi llorando”, dijo Nuria al Ministerio Público.
Javier salió del cuarto. Nuria dijo que su papá se inyectó, lo hacía a diario, pero no se especificó qué. Después, fue a buscar a Maribel. Pasados 10 minutos, la joven vio cómo Javier llevaba entre brazos a su mamá y la recostó en el sillón.
Javier realizaba presiones en el pecho de Maribel. Nuria se fue al área de tendederos y vio la correa del perro atada al tubo donde colgaban la ropa. También observó que su mamá tenía marcas en el cuello.
Llorando, tomó el celular de Javier y se lo dio para que llamara al 911. Comentó que su papá le puso a Maribel un algodón con alcohol debajo de la nariz, pero ella no reaccionó.
Javier le marcó a su amigo Sebastián para decirle: “Sebas, ven a casa, ya valió, ya valió, Maribel se acaba de colgar”.
Sebastián llegó al domicilio y, minutos después, llegaron los policías municipales de Coronango y los paramédicos de SUMA, quienes informaron que Maribel ya no tenía signos vitales.
Al sitio también llegó Giovani ” N”, el hijo mayor de la víctima. Al preguntar qué ocurría, su hermana, mediante señas, le explicó: “mis papás por la tarde tuvieron una pelea, fue por mi culpa, creo que Javier fue el culpable”.
Por esta declaración, las autoridades le informaron a Javier que estaba detenido. Al momento de ser asegurado, estaba sentado en la banqueta, afuera de su casa porque el domicilio fue acordonado y ya no pudo ingresar.
La Fiscalía General del Estado presentó como datos de prueba para la vinculación a proceso, entre otras cosas, dos entrevistas realizadas a Verónica y Alejandra, ambas vecinas y amigas de Maribel.
Las dos mujeres coincidieron en que en varias ocasiones notaron que Maribel presentaba golpes y ambas comentaron que Javier la golpeaba y humillaba.
“Me dijo que discutía con Javier por sus hijos. En una ocasión la vi morada del cuello y al preguntarle qué le había pasado me dijo que Javier la sujetó del cuello y la aventó a la pared. Sufría maltrato físico, económico y psicológico”, comentó Verónica.
El cuerpo de Maribel Vázquez Carrasco fue identificado por su propio padre y su medio hermano.
Toda su familia, incluyendo a Nuria, asistieron ayer a la audiencia inicial, donde volvieron a ver a Javier.